Como siempre muy creativa. Recordé un viaje a la playa hace varios años, mi hijo menor se fue a caminar por un costado donde había muchas piedras y pisó sin darse cuenta unos erizos y regresó con las plantas de los pies full de espinas, estuvimos luego muchas horas sacándole las espinas. Una experiencia inolvidable para todos.
Muy cierto lo de la contaminación, qué difícil que la gente entienda que todo lo que arroja a la arena cuando va a divertirse irá inevitablemente al agua y será alimento de los peces y animales marinos, ocasionándoles daños. Muy lamentable.