La crudeza y hermosura de la naturaleza

El verano muestra sus inclemencias, haciendo que los suelos se desgarren y rompan en pedazos, pareciendo que la piel de la tierra esta destruyendose por completo.

Eso lo observamos al caminar por la sabana en aquellos parajes deserticos que en el verano son un infierno y en invierno son una delicadeza, y es en estos tiempos cuando las plantas sucumben ante el intenso calor y falta de agua, quedando una huella de muerte y desolación a su paso.

Pero a pesar de estos climas áridos la naturaleza siempre nos enseña que podemos tener vida, siempre en nuestros caminos tendremos plantas verdes que a pesar de estar la zona desertica, tendremos su verdor y esplendor ya que con el rocio de la noche es suficiente para que ellas puedan sobrevivir.

Ademas de tomar el agua del rocio estas tienen raices pivotantes es decir extensas muy extensas hacia abajo, las cuales les permiten tambien estar protegidas de las inclemencias del verano.

Y aunado a la falta de agua el verano trae consigo otro peligro inminente, dada la resequedad y abundante materia organica seca esto se convierte en un foco de incendio inminente que de darse acarreara mucho daño ya que este se expande a los bosques cercanos, dañando fauna y flora, por lo que debemos siempre hacer nuestras rondas en los terrenos para que en caso de darse, esto pueda ser detenido para evitar los peligros inminentes, que pueden generarse.

Gracias por la visita recuerden material propio fotos incluidas.