LA PALABRA

La poesía es diversa en su unidad fundamental. El poema no deja ver sus honduras, reveses y rostros diversos a primera vista. El ojo intenta hacer el análisis detallado del cuerpo resplandeciente (la oscuridad y el cristal) que mira, que lo mira, pero hay algo más cercano a nuestra alma entre esas palabras que nunca dicen todo lo que queremos decir ni pueden expresan todo lo que pensamos y sentimos en nuestro interior.

¿Qué se esconde detrás de cada palabra? ¿Cuántos rostros tiene la palabra? Un rostro se vuelve hacia el ser que la palabra representa y otro hacia el misterio del ser. Claridad y máscara. Uno es la certidumbre del sentido y otro es la polisemia del sentido, el contrasentido, la contradicción, el no ser, la nada a la que lleva la duda, a veces lo estéril. “

Se le dio al hombre el más peligroso de los bienes: la Palabra...Para que dé testimonio de lo que él es y que de ella ha aprendido lo que ella posee de más divino: el amor que al todo conserva”. (Hölderlin).