EL BUEN CRISTIANO

El Buen cristiano, el Cristiano de corazón, va a la iglesia a oír la predica del Pastor. Va vestido de forma sencilla sin mayores alhajas ni adornos.
Muchas veces he visto a personas que van vestidos con humildes ropas, a veces un tanto deshilachadas, y zapatos con la suela gastada y con el color casi perdido, pero a ellos lo que realmente les importa es ir a oír la palabra, a llenar el espíritu de Gozo y regocijo. Ellos no están pendientes de ir a la iglesia a Lucir zapatos ni trajes nuevos y costosos. El cristiano debe ser respetuoso de sus semejantes y evitar cometer los pecados de la carne.

Esas personas humildes son las más creyentes, llenas de amor, compresión y buen ánimo que haya podido conocer, también son las más dispuestas a brindar ayuda a todo aquel que lo requiera. Eso es lo que hace a un Buen Cristiano y eso es lo que realmente le importa a Dios, que lo alaben, no que la gente está forrada en joyas y ropas costosas.
Por supuesto se deben respetar las reglas establecidas, como toda norma escrita, especialmente las del señor.