Tips para salir del sistema. 1ra entrega.

Tengo 61 años y pienso vivir hasta los 100 y algo más. No tengo esperanzas de haber podido salir completamente del sistema para esa fecha, pero hago un esfuerzo pequeño para ir saliendo un poco cada día. Este sistema salvaje de gobiernos, poder, guerras e impresión sin respaldo de dinero, ha conducido a la humanidad al estado de máxima injusticia de toda su historia. Por eso es que no quiero formar parte de toda esta fiesta.

Soy anarco-liberal, o libertario como dirían algunos, un poco randiano y suscribo a los postulados de la escuela austríaca de economía. Pero en realidad creo que lo que realmente me define es ser un archienemigo de las corporaciones. Escribí en 1991 mi primer libro, Pasión Entrepreneur, que fue un libro revolucionario en la Argentina, precisamente por hablar mal de las corporaciones, tan enquistadas en la realidad política y económica de mi país.

Creo en el poder de cada individuo como realizador de su propia historia. Creo en el pequeño empresario que fabrica un producto que resulta atractivo para alguien que lo compra. No creo en los monstruos fagocitadores corporativos, que con el argumento de la economía de escala destruyen las economías regionales y homogeinizan nuestras vidas diarias. Hay que destruir esos monopolios. Y el poder está en cada uno de nosotros. Todavía no han sido destruidos porque el hombre común no ha entendido el enorme poder que tiene.

Todos mis esfuerzos para salir del sistema me parecieron siempre una especie de utopía con la que debería vivir el resto de mi vida, hasta que en el 2011 tomé contacto por primera vez con el bitcoin. Fue como si de repente alguien hubiera prendido una luz. Una maravilla que podía hacer ciertos mis sueños de una humanidad sin banqueros ni intermediarios de ningún tipo como políticos y gobernantes que determinan todos los días cuanto vale lo que tengo, y qué rumbo deben tomar los mercados de acuerdo por supuesto a sus intereses.

Entré en el mundo de las criptomonedas y mantengo mi portfolio de monedas en HODL, porque no las veo como un medio para especular sino como el único posible medio de intercambio que va a tener la humanidad en un futuro muy cercano, poniendo en igualdad de condiciones a todos los habitantes del planeta, incluidos los pescadores del lago de Tanzania, las olvidadas comunidades indígenas latinoamericanas, y los productores de quesos artesanales de algún lugar remoto de Italia. No veo mejor manera de hacer que haya más igualdad en el mundo que eliminando a los intermediarios, la peste del sistema. Y esto es lo que permite la blockchain y las criptomonedas. Se llame bitcoin o como se llame, el dinero va a ser un medio electrónico-descentralizado filosófico-cultural de intercambio, y no una farsa de emisión de papeles de colores con imágenes de delincuentes, digitada por buitres de Bancos Centrales y aceptada mansamente, aún a sabiendas de que el papel pintado no tiene el menor respaldo, por la mayoría de las personas, algunas por conveniencia, otras por indiferencia y otras por ignorancia.

Mi intención es mostrarle a los más jóvenes que es posible ir saliendo de a poco del sistema, hasta salir totalmente. Los manotazos de ahogado de los poderes centralizados pueden verse a diario, con prohibiciones y más prohibiciones. Es como tratar de detener el mar con una valla de alambre enrejado. Es no comprender el paradigma de la red descentralizada...

Hoy hablemos del agua. Es increíblemente nocivo para el planeta y para todos sus seres vivientes que haya corporaciones que envasan agua de red y la venden como agua mineral extraída de algún manantial remoto de los Alpes Suizos. Además de un engaño es un robo. Es un atropello apoyado por toneladas de inversión en marketing y en distribución en supermercados. Las botellas de pet, una vez vaciadas, van a polucionar el planeta por cientos de años, muchos animales y plantas van a morir por comer de esta basura inventada por las corporaciones alimenticias. No consumas agua embotellada. Consumí agua de la canilla o fabricá tu propia agua mineral con purificadores y equipos de ósmosis inversa. Claro, estos equipos los fabrica el sistema, pero ya vamos a desarrollar métodos para hacerlo en forma natural. Por el momento usemos las partes del sistema que nos sirven a los anarquistas. Este negocio ignominioso del agua embotellada debe desaparecer, pero no va a desaparecer de un día para el otro. Va a desaparecer por la acción hormiga silenciosa de cada uno de nosotros.