Yo tuve la suerte de trabajar en Maracaibo durante 10 años. Mi esposa es egresada de LUZ. El clima es inclemente y las largas distancias que recorríamos, a pie, eran agotadoras. No lo veas como mala suerte. De esas vicisitudes siempre se aprende algo. Tarde o temprano saldremos de esta situación.