Animalandia / La Actitud del Gato Mirlín

Mirlín lleva 4 años en casa de José, un amigo educador y orador internacional; frecuentemente viaja debido a sus compromisos; pero su gato siempre tiene quien le dé sus alimentos, José tiene contratada una colaboradora que todos los días va rondar la casa y a visitar a Mirlín, su nombre es debido a su sensibilidad; cuando José lo recibió recién nacido, preguntó cómo llamarlo.

El veterinario que resultó ser muy hablador le hizo varias recomendaciones: - el nombre lo escogen junto con el gatito; escribe nombres tiernos agudos y díselos al oído, el gato asentirá y moverá las orejas cuando uno le guste- De ahí el nombre de Michín.

Saludos apreciados amig@s de Steemit; les invitamos a acompañarnos para conocer la actitud de Michín y otras curiosidades de la vida gatuna, bienvenidos…

José también es amante de los perros y ha comprado un cachorro Bulldog, muy juguetón; una vez llegar a la mansión de Michín, el cachorro quiso iniciar la amistad con el gato; extendido estaba en el sofá grande de la sala, cuando vio llegar a José con el cachorro, no se levantó a saludar a su amo, al parecer no gustó del intruso; siguió echado, el cachorro corrió a saludarlo.

Cuando estuvo cerca, en cuestión de un segundo Michín se levantó y con la mano le dio dos palmadas, que le hizo sangrar el hocico al cachorro, el cuál giro a refugiarse en las piernas de José. (la mano del gato tiene uñas largas- retráctiles, que no se ven, cuando lanzan un zarpazo, sale la uñeta y rasga lo que encuentre a su paso, de ahí el cuidado a tener cuando se enoja)

José reprendió a Michín; pero él, al igual que otras razas de gatos, no entienden el castigo. Acercó al cachorro para enseñarlo a saludar y Michín volvió a lanzarle dos manotones. Esa es la actitud de dominio y control de territorio. En adelante el cachorro no pudo estar donde estuviera Michín; José se limitó a estudiar el carácter del reino gatuno.

Michín gobierna la casa, no permite que dentro el cachorro entre a jugar y a destrozar nada; apenas lo ve arrimar se abalanza y el cachorro tiene que salir en estampida. Los gatos desarrollan una velocidad de más de 30 kilómetros por hora, de ahí que el cachorro perdiera todo contacto con el interior de la sala y el comedor donde permanece Michín.

Sin embargo, con el paso de los días, Michín cuando observa al cachorro echado bajo alguna sombra y dormido, va y se le recuesta en la panza; el cachorro permanece tranquilo; pero, el gato aún no lo deja arrimar a su territorio en la sala y comedor principal. No se le ha visto al gato guardar su cola entre las piernas; pues, eso es señal de derrota o sumisión.

En la cultura egipcia a los gatos se les ha considerado una divinidad, los elevan a la categoría de dioses; los faraones no podían recibir informes de maltrato a sus gatitos; hasta la vida del maltratador corría peligro; en algunas pinturas ha quedado impreso el sentimiento y respeto, por el amor gatuno.

En nombre del equipo #dejandohuella agradecemos vuestra amistad y apoyo; siempre son bienvenidos vuestros aportes; ellos nos ayudan a corregir y mejorar. En el próximo compartiremos otra dulce historia gatuna y más curiosidades; ¡por lo pronto reciban nuestro cálido abrazo virtual!