En esa plaza estabas, calculando las horas la pasar
Como quien espera de los días más alegres un milagro
Pero a tu vista no llegan sino espectros que nublan toda señal de belleza
Unos con encanto al caminar, otros que hasta la sombra desea huirles,
Pero entre todos logras divisar dos humanos aceptables
Uno que nació con la gracia de todos los santos
Y yo que reúno las características del diablo.
Al vernos notas claramente lo que puede ser nuestras vidas
Tan distintas la una de la otra por motivos celestiales,
A veces los dioses se enfrentan a toda codicia y mandan a la tierra
Un ser que al ver no queda duda de que el paraíso existe,
Pero esa fuente visual de placer tiene sus defectos
Mas creído que el propio narciso no deja los espejos a un lado
Sino que se observa al punto de olvidarse del mundo.
No te convendría un hombre así pues no tendría ojos para ti,
La envidia de las mujeres al verlos pasar se te haría insoportable
Dudarías de tus amigas, familiares al pensar que podrían ser sus amantes,
Mas yo más tranquilo de ver y amar no levantaría tal sospecha
Todo lo normal de mi ser se refleja hasta por como respiro,
No poseo la experiencia de quien nace prodigio para el amor
Pero si la humildad para reconocer mis debilidades,
¿Qué más quieres mujer, que el cielo se abra para adornar tus pies?,
Por mí pasarías descalza caminando sobre la arena
Recordando los días de la niñez y de la inocencia,
Jugando, navegando en recuerdos donde no había perfección ni dolor
Solo felicidad y algo de ingenuidad, conmigo reirías tanto
Y llorarías solo cuando no estuviese a tu lado
Por eso entre dos amores escógeme a mí
Quiero gritar al cielo que le gané a ese infeliz,
Que mi victoria devuelva la esperanza al hombre común
Ese que lo intenta a pesar de todo lo malo que carga encima.
Permíteme rozar tu piel y así sentir que esto no es un sueño
Otro de tantos que tuve desde niño travieso,
Que la magia que florece de nuestra unión
Atraiga también a los santos que se encuentran allí calculando las horas al pasar.