La Actitud en el Espejo

Una importante empresa de automotriz al borde de la quiebra, no encontraba razones para la desazón y apatía en todas las áreas. Capacitaban al personal, había charlas de motivación; pero el rendimiento y compromiso no llegaba; hasta los guardianes, desatentos se echaban.

Cierto lunes de madrugada, en la recepción había un gran cartel que rezaba: “El compañero que impedía nuestro crecimiento acaba de partir, deseamos tranquilo reposo” Esta tarde serán su velación, todo el personal deberá asistir al funeral, habrá control de asistencia. Favor, de acuerdo a los turnos presentarse en el salón de actos de la empresa. Y así uno a uno, ingresaba cabizbajo a su turno, pensando quien era aquel parroquiano; se observaban entre sí, buscando al que faltaba.

La presente historia, es conocida en los ambientes de capacitación y desarrollo empresarial. Las presentes líneas son aproximadas de lo que un día escuche.

Siendo las 14:00 horas al salir el primer turno, fueron desfilando al salón principal, allí estaba el féretro con el difunto; cual la sorpresa de cada uno que, al observar en el vidrio del cajón, se veían reflejados en un enorme espejo que yacía en el fondo.

al observarse, unos gemían, otros se asustaban, guardaban silencio, no se atrevían a decir nada. ¡Santo remedio dirán los abuelos!; pues al otro día todos estuvieron atentos a los cambios de actitud que sus mismos compañeros pregonaban. Pasados 3 meses la gestión al 50% mejoraba.