Hoy era el tercer día sin agua, ya mis recipientes de almacenamiento estaban casi vacíos. Para desayunar, solo preparé una taza de chocolate caliente. Con un poco de agua, lavé los utensilios que ensucié para hacer el chocolate. No se sabía cuando venía el agua, que calamidad.

Al terminar mi tacita de chocolate, me dirigí a la sala donde está mi computadora y redacté mi diario del día sábado, además de realizar mis votaciones. La señal de internet no me dejó responder algunos comentarios, y eso que lo intenté varias veces.

Llegó la hora del almuerzo, preparé con el agua para tomar una receta para una publicación en Steemit, y eso fue lo que almorcé. Me sentía con algo de sueño por el despertar repentino de la madrugada. Me acosté para descansar y solo dormí unos 10 minutos. Aún así me sentía cansada, después me puse a ver televisión casi toda la tarde.

Luego me conecté para explorar la plataforma Steemit, así se me fueron las horas. En el grupo de WhatsAap del trabajo preguntaban desesperados por el agua. No se sabía nada, hubo alguien que comentó que los trabajos de reparaciones se complicaron y el servicio iba a ser restituido el lunes a las 6:00 de la tarde. Mucho tiempo, estamos desde el jueves sin agua, y ya no tenía agua para tomar, y de paso, un domingo por la tarde.

Ya estaba pensando que no quedaba casi nada de agua para bañarme y en eso las buenas noticas llegaron, fueron culminados los trabajos con éxito y el servicio de agua fue restablecido, gracias a Dios. Además, también informaron que un compañero de trabajo que estaba hospitalizado con COVID-19 fue dado de alta, dos buenas noticias que recibí casi al mismo tiempo, que alegría. El servicio de agua se restableció por completo casi a las 10:00 pm, al fin puede darme una buena ducha. Así estuvo mi día domingo amigos. Me despido deseándoles muchas bendiciones.