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En mi juventud mi corazón navego “Entre Dos Aguas” y termino naufragando  

(Si la belleza tiene nombre de mujer, indudablemente que se llamaría Eva) 

Una persona en su desesperación se pregunto…  

“¿Para qué nos sirve el horizonte si nunca lo vamos a alcanzar?”  

Entonces escucho una voz que le decía 

“Para que sigas caminando” 

Y navegando en el río de mi vida descubrí que en el corazón radican dos fuerzas poderosas, son dos fuerzas que se complementan y que trabajan en sinergia, son como dos dragones de diferente sexo, son como el Yin y el Yang Acerca una silla y déjame contarte una historia de mi juventud para aclarar este punto. 

Esa casa tenía varios meses desocupada… los vecinos que vivían en ella se habían mudado hacia casi un año. El jardín estaba bastante descuidado, aunque la casa se veía bien. 

De repente esa mañana había personas entrando y saliendo en ella, bajando muebles de un camión de mudanzas, dos obreros estaban limpiando el jardín y sembrando plantas nuevas, la gente de la mudanza entraba y salía cargando muebles hacia la casa, oí una voz de mujer que le indicaba dentro de la casa, a los trabajadores donde iba cada cosa, pero no la veía,  no pude percibir si era una mujer joven o mayor, así que me desentendí de la situación y seguí mi camino, tres días después aún no sabía quien se había mudado allí, y en realidad no me importaba mucho.  

Pero todo eso cambio ese fin de semana… 

Pasando el sábado al frente de esta casa oigo una melodiosa voz, cantando algo, creo que en italiano, decía algo así como “Oh sole mio” o al menos así me pareció a mí. Pero si la dulzura de su voz me impresiono, la hermosura de la dueña me dejo patitieso por decir lo menos. 

Lo primero que alcance a verle fue una frondosa y negra cabellera, tan negra y brillante cómo el azabache.  

Creo que sintió mi mirada, pues levanto sus ojos de la planta que estaba regando y los fijo en mí, sus ojos me cautivaron, tenia cierto aire achinado, pero eran verdes, no tenia maquillaje, pero la verdad sea dicha no lo necesitaba.  

Las líneas de sus labios estaban de manera natural, claramente delineados y sin duda eran unos labios jugosos y apetitosos, cómo para que nunca se perdiera un beso.  

Su tez era blanca, más no pálida, sonrió y el blanco perla de sus dientes brillo en todo su esplendor. El ovalo de su rostro era perfecto y terminaba en una pequeña barbilla respingada, su rostro era como de terciopelo, se notaba que lo cuidaba. En ese momento vino a mi mente la imagen de las muñecas chinas de porcelana.  

Estaba agachada, así que se levanto, me imagino que si algún mortal vio a Afrodita la diosa del amor cuando broto de las aguas, tuvo que haber sentido lo que yo estaba sintiendo en ese momento, era un espectáculo de mujer, con fuegos artificiales, fanfarrias y todo.  

Senos hermosos ni muy grandes ni muy chicos, firmes y erectos, diría que hasta arrogantes.  

Cintura estrecha, vientre plano y definido, tenía una franelita blanca recortada de esas que dejan el vientre a la vista.  

Caderas amplias, pero sin exageración y un par de piernas largas que me supongo en algún momento fueron columnas en el Partenón de tan perfectas que son.  

Vestía un diminuto y corto pantaloncito verde, que hacia juego con el color de sus ojos. Sus pompis eran redondos y firmes como de gimnasta.  

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Discúlpame que no te la siga describiendo, pero a pesar de los años, cada vez que la recuerdo, el animal salvaje que hay dentro de mí se despierta, siempre lo he dicho para mí no existe mejor afrodisíaco que Eva.  

¿Te había dicho que se llama Eva? 

Hasta su nombre es el ideal para una mujer, si la Eva de Adán era como esta, entonces tuvieron que tener muchos más hijos que sólo Caín y Abel, porque créeme, era difícil estar al lado de esta Eva y no desear hacer “diabluras” con ella todo el santo día. 

Eva era cómo Disneylandia  

Podrías pasar semanas recorriéndola y nunca aburrirte, pues siempre ibas a encontrar algo nuevo que hacer. 

Cuando Dios hizo a Eva y me refiero a mi Eva, se percato que había hecho a la tentación perfecta y rompió el molde. 

Eva era una relacionista pública, que trabajaba en una agencia de publicidad. Tenía en ese entonces 24 años, vivía “sola”. Tenía una relación con un hombre mayor, que me supongo era casado. Este hombre sólo la visitaba un fin de semana cada 15 días. 

 La madre de Eva era filipina, de ahí sus ojos achinados, y ese negro liso y deslumbrante cabello negro y su padre era italiano me supongo que los ojos verdes, y el color de su piel provenían de allí. Pues el resto de su perfecto cuerpo provenía de ese exclusivo molde que le hizo Dios, sin duda alguna. 

¿Me supongo que quieres saber cómo llegamos a ser lo que fuimos? 

Yo había cumplido los 18 años. Así que ella no infringió ninguna ley ¿okey? Además quien empezó a rondarla fui yo, recuerdas que ya había superado bastante mi timidez al haber estado trabajando casi dos meses en ventas. De eso hablamos en un articulo anterior. 

Sabía cuando venía de su trabajo y cuando se iba a trabajar, así que de manera casual y milagrosa yo siempre estaba cerca a esa hora y la saludaba. De esa manera fuimos haciendo amistad, yo le hacia algún que otro mandado del abasto, hasta que finalmente pude entrar en su casa.  

No, no sucedió desde la primera vez, pero en un momento dado me pregunto por mis novias, digo mis novias porque así fue su pregunta, yo le dije que no tenía, que era tímido, ella me dijo que no lo parecía (muy observadora) y yo le respondí que con una mujer como ella era difícil dominarse, que delante de ella hasta el más tímido se transforma en osado, que ella era capaz de transformar el vapor de una hoya de presión en un imponente volcán, lo cual le hizo gracia y me regaló una agradable sonrisa. 

Nuestras conversaciones en los días subsiguientes fueron adquiriendo un tono más picante, hasta que un día me pregunto…  

“¿Has leído el Kama Sutra o el Ananga Ramga?”  

Me imagino que puse cara de ponchado, eso era lo mismo que me preguntase que cual era la valencia del Cesio, ni siquiera sé quién es el tal Cesio y mucho menos si vive en Valencia. 

Sonriendo se alejo y busco un libro de tapa dura que tenía unas imágenes de figuras haciendo el amor en posiciones insólitas por decir lo menos, me dijo “te lo presto, pero me lo cuidas es una herencia de familia, léelo y cualquier cosa hablamos”. 

Ahí si estoy seguro que puso en marcha sus estrategias y armas de seducción. Yo leía el libro y no entendía muy bien ese lenguaje metafórico y ambivalente que utilizaban.  

El pecado original no es el sexo, es la culpa.     Kama Sutra 

Me paraba frente a su casa para acercarme a ella y preguntarle el significado de ciertas cosas, pero durante toda una semana no la vi. 

Lección de bono: La distancia temporal y bien medida hace crecer el deseo. 

Durante toda esa semana lo poco que había entendido o creído entender, me había puesto a soñar con Eva y yo, en las más inverosímiles y rocambolescas acrobacias sexuales  

Posiciones que conocía más por las imágenes que por el texto del libro, pues no entendía que significaba, “la puerta de jade” y otras boludeces que decía ese libro. Para ese entonces desconocía la importancia de las “Fuerzas Mentales”, incluso para hacer el amor.

“Los que aman parecen volar a un mundo irreal. En realidad, son los únicos que pueden hacer ese mundo una realidad.”     Kama Sutra 

A la semana siguiente, cuando volví a verla, con la excusa de preguntarle referente a la lectura, entre en su casa para entregarle el libro, y hablar sobre el mismo.  

Me pregunto directamente ¿Cómo te fue con el libro? 

Le dije la verdad, que si estuviese escrito en chino lo hubiese entendido igual, o sea nada de nada, y que lo único que salvaba la lectura fueron las imágenes. 

Me dijo que me sentara en el comedor y ella rodeo la mesa y se sentó en la silla frente a mí, su perfume me embriagaba, agarrando el libro comenzó a explicarme, me dijo que el Kama Sutra era como un juego que consiste en descubrir cuáles son los puntos más sensibles de la pareja con la finalidad de que sienta el máximo placer, y no como erróneamente cree la gente que son solo posiciones.  

A partir de ese momento su voz adquirió un tono más profundo y acariciante y movía sus manos de una manera tan sensual que me excitaba, no me estaba tocando, ni siquiera me rozaba físicamente, pero era como si cada tonalidad de su voz y a cada gesto de sus manos desprendiese una energía que me acariciaba. 

Ella sabía indudablemente lo que estaba haciendo, cuando noto que yo me iba a levantar de la mesa para irme, pues ya la excitación era inaguantable, clavo sus verdes ojos en mí, humedeció sensualmente sus tentadores labios y subió lentamente su pie recorriendo mi pierna hasta llegar a mi entrepierna, casi me vacío en ese mismo momento. 

Nos fuimos a su habitación, comenzó a acariciarme de esa manera que solo ella es capaz de hacerlo y la decepcione y me decepcione.  Pero ella era más inteligente de lo que yo había creído, ella sabía que un muchacho de 18 años es capaz de recuperarse en pocos minutos y estar listo nuevamente para la acción. 

Utilizo esos minutos para volverme a poner a tono, la firmeza de sus senos que se erguían orgullosos, coronados por unos pequeños pezones algo más oscuros, la dureza de sus muslos aterciopelados y la redondez y calor de sus bien definidos glúteos hicieron el resto…  

Y para darme la primera lección me dijo… “Un buen amante debe ser capaz de aguantar la eyaculación entre 15 y 30 minutos”   Y complemento esto con…  “Recuérdame enseñarte unos ejercicios para que aprendas a controlarte” 

“Perderse en el sexo es un placer; encontrarse en él, una bendición.”     Kama Sutra  

¿Qué si me enseño?  

En un curso de 5 años no habría aprendido tanto como esta hermosa y ardiente mujer me enseño en 8 meses. En ese tiempo me enseño a usar el frío y el calor, donde y como masajear, pellizcar y morder, porque es bueno hablarle a una mujer en el oído cuando estas fundido con ella, con ella conocí por primera vez sobre el Yin y el Yang y muchas cosas más…  

… me enseño a relajarme y a dominar mi excitación, y también aprovecho el tiempo para darme la segunda lección  me dijo…  

“No creas que esto es todo, nunca dejes de aprender, hacer el amor es como vivir, nunca dejamos de aprender, pues jamás lo sabremos todo”  

Eva fue como las aguas turbulentas, la fuerza de la pasión y la experiencia, ese fuego que nunca se apaga, ni aun el tiempo ni la distancia ha podido mitigar la pasión que Eva despierta en mí. Y a cada paso descubro una nueva lección en las cosas que en su momento me enseño. 

Deseo que en todos esos años que hemos estado alejados haya disfrutado de la felicidad que bien se merece. 

Sólo tengo recuerdos hermosos, placenteros y estimulantes de Eva y así será hasta que Dios me llame a su reino y por los siglos de los siglos. 

Amar a otra persona es amar a Dios. Cada persona es una ola, Dios el océano entero.”   Kama Sutra 

¿Entonces porque duro sólo ocho meses? Esa es una pregunta que quizás te estés haciendo En realidad fueron más de ocho meses, pero aproximadamente en ese tiempo mi  corazón empezó a navegar  en unas aguas más calmadas pero igualmente peligrosas y en ese momento comencé a distanciarme poco a poco de Eva.  

Eva no se merecía eso, lo reconozco y le pido hoy perdón cómo ayer se lo pedí…  

Pero el corazón tiene razones que la razón desconoce.  

De esas aguas te hablare a continuación     

Navegando en aguas calmadas conocí la gloria y el purgatorio en el transcurso de pocos meses 

Las mujeres que más me gustan, son de piel canela, cabello negro, cintura estrecha, hermosas posaderas y piernas de campeonato. ¡Exigente el muchacho! ¿Cierto? 

Eva tenía todo eso y mucho más, aunque su piel era más blanca, eso le añadía un extra lo cual la hacía espectacular.  

Te digo esto para que veas las contradicciones de la vida. 

Cuando la vi por primera vez, ella estaba hablando con una amiga, me supongo que compañera del clases, hablaban y se reían con espontaneidad. 

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¿Era hermosa? Sí  

¿Era espectacular? Si la comparo físicamente con Eva, no 

Su cuerpo era bonito, de líneas suaves y bien definido Su piel era blanca, su cabello era castaño claro, sus ojos color miel, su aspecto era el de una colegial, tenía en ese entonces 16  o 17 años 

No se parece para nada a la definición de las mujeres que más me gustan ¿Verdad? 

¿Entonces que me atrajo de ella?  

No lo sé, sólo te puedo decir que sentí como un flechazo en el corazón. Cupido hizo conmigo una de sus travesuras.  

Cuando volteo su cara hacia donde yo estaba y nos vimos, sentí la hermosura de su alma, me voy a detener un poco, aún hoy necesito respirar hondo y secar mis lágrimas cuando pienso en ella. Ya vuelvo. 

Estoy de regreso, déjame ver si puedo terminar esta parte. Espero que me disculpes si no hablo tanto de Ana como de Eva. Así es, su nombre era Ana. 

Ana no era tan espectacular, ni de un físico tan despampanante como Eva. Si alguien me hubiese dicho antes que yo iba a preferir estar con una linda niña cómo Ana, en vez de una deslumbrante y sexy mujer como Eva, me hubiese reído en su cara, pero la vida tiene esos misterios. 

La inocencia es la habilidad de dar y recibir amor sin aferrarse a él.   Kama Sutra 

Me resulta difícil hablar sobre Ana, ya que ella es para mí ese sentimiento, esas aguas calmas y cristalinas que relajan el cuerpo y tranquilizan el alma, eso que no se puede definir, busco palabras para hacerlo y yo mismo me contradigo, pues aunque digo que no era espectacular (físicamente) era hermosa de físico y espectacular de alma, a su lado yo sentí…  Déjame buscar la mejor palabra posible…  

Yo sentía plenitud, me sentía completo,  me sentía más que amado, sentía amor, si las medias naranjas existen, Ana era mi media naranja. 

Que paz, que tranquilidad y que felicidad yo sentía a su lado. Todo era hermoso, el mundo era como más brillante, más armonioso. He buscado esa armonía en la meditación y aun cuando obtengo paz y tranquilidad, no he percibido nuevamente ese toque tan celestial. 

No anheles un cielo lejano, este mundo con un amor es el cielo.    Kama Sutra 

¿Celestial? sí, Ana era cómo un ángel que entro en la vida de este ser mundano, para que supiese que los seres angelicales si existen. 

De Eva extraño su calor, su entrega y su ardiente pasión. De Ana su dulzura, su armonía, su belleza interior. Y sobre todo su Amor. 

Qué duro haber tenido todo eso a la vez y haberlo perdido todo a la vez también.  

Eva se dio cuenta que yo me había enamorado de otra mujer y por amor prefirió sacrificarse y alejarse de mí antes que sabotear mi felicidad, año y medio después de conocerla ella finalmente acepto que no me iba a recuperar, y que yo me había enamorado de otra y se despidió de mí. 

¿Qué si me dolió? Claro que me dolió, aun hoy me duele. 

Cuando el amor llega, se siente como si te hubiera encontrado. En realidad eres tú que has ido en su búsqueda.”      Kama Sutra 

Seis meses después Ana también se iba  a despedir de mi vida, y mi mundo se partiría en miles de pedazos, tantos pedazos que me resultaría prácticamente  imposible recomponerlo del todo. 

Todos los sueños que forjamos juntos, todas esas tardes y noches hablando de nuestra futura vida juntos hasta que nuestro cabello se volviese blanco, se disiparon muy rápido. No eran castillos en el aire, aunque así se esfumaron.  

Después de perderla busque consuelo en los estudios, en el trabajo, en los viajes y en docenas de otros brazos, practique con ellas lo que me había enseñado Eva, pero en ninguna encontré lo que descubrí al lado de Ana. 

En mi alma quedo un vacío, el cual ha sido casi imposible de llenar, sí, tengo el amor de mis hijos y los amo, y ese amor me llena mucho, pero la verdad sea dicha aún cuando el amor a los hijos es el amor más grande, el amor que sientes hacia tu mitad celestial es distinto y solo puede llenarlo ese ser. Tus hijos son parte de ti y por eso te llenan, pero tu otra mitad te da ese complemento que nadie más puede darte. 

Una persona me dijo en cierta ocasión, que al menos yo había podido disfrutar de lo mejor de esos dos hermosos seres, en eso tiene razón, pero fue tan poco tiempo y hace tanto de ello, que digo como la canción…  

…“me hiciste tenerlas, y las apartaste de mi vida para hacerme sufrir más”  

Hoy le he puesto una coraza a mi corazón, no por maldad, sino por miedo, y este miedo si es verdad que hasta ahora no he podido superarlo del todo. 

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Recuerdo esos últimos días con Ana…  

De repente empecé a verla más pálida, y más apagado el brillo de sus ojos. Me dijo que se estaba sintiendo mal, que a lo mejor era una virosis. Le dije que fuese a descansar, pero ella quería quedarse conmigo así que tuve que insistir para que se fuese a descansar. 

En los siguientes días su condición empeoro, la llevaban al médico y le hicieron varios exámenes, buscando las causas de ese malestar. La hospitalizaron y yo la visitaba todas las tardes y me pasaba horas con ella, hablando y leyéndole un libro que ella había empezado a leer pero que no había podido continuar, porque el esfuerzo de leer le hacía doler la cabeza.  

Yo notaba como Ana se me estaba hiendo a cuenta gotas, ella era fuerte y trataba de que yo no notase su sufrimiento, en vez de ser yo quien la alentara, era ella la que me alentaba a mí. 

Esa tarde llegue cómo siempre, y me dijeron que se había puesto mal, que la llevaban al quirófano, alcance a verla antes de que entrase, me vio, sus labios esbozaron una sonrisa y en silencio me dijo “Te Amo”, yo le dije que yo la amaba también. 

En ese momento supe que no la volvería a ver con vida, y mis piernas que eran capaces de impulsar mi cuerpo durante dos partidos de fútbol consecutivos, no fueron capaces de soportar mi peso ni un segundo más, me desplome y sentado en el suelo frío de ese hospital lloré, lloré como nunca había llorado en la vida, llore en silencio, llore con amargura, mi llanto casi me asfixia y aún hoy me pregunto porque no lo hizo. 

Aún hoy tantos años después no he podido superar su ausencia. 

Sé que mi cerebro para protegerme ha creado muchas lagunas de memoria en mis recuerdos de Ana y se lo agradezco. Pero estos días he estado recordándola con cierta frecuencia, mis recuerdos son más sensaciones y sentimientos que imágenes o sonidos, pero son recuerdos, recuerdos hermosos, aunque su ausencia los hacen dolorosos para mí. 

Nunca me he sentido cómodo compartiendo esto, por eso quiero decirte que… 

Fue una lección muy dura para mí navegar en tan poco tiempo entre estas dos aguas y descubrir estas dos fuerzas que residen en el corazón, la pasión y el amor. Dos fuerzas poderosas que se complementan y que le dan sentido a la vida. 

Si fue bueno o fue malo descubrirlo tan joven, no lo sé, pero así fue y alguna razón el Gran Arquitecto ha de tener para que así fuese. 

Estos recuerdos han movido muchas emociones dentro de mí, necesitaré unos días para rearmar lo que se salió del orden establecido. 

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