La navidad es mi época favorita del año, porque no sé si lo han notado pero es cuando más felicidad vemos en la gente a pesar de todo el estrés comercial que hay tras de ella, son muchos los gatos que se hacen en esta época pero eso parece poco importar cuando se trata de cumplir con las tradiciones familiares y navideñas.

La compra de los juguetes es de las cosas más lindas, ya que cuando éramos pequeños esperábamos con ansias la llegada de los regalos del niño Jesús y santa. Recuerdo que yo vivía pendiente de todas las propagandas donde habían juguetes (Mattel, Ficher-price, Hasbro) aunque era marcas muy costosa siempre había un chino que tenía la imitación y cumplían con el objetivo.

Yo no soy de una familia adinerada, pero dentro de las carencias con las que pudimos haber crecido, recuerdo que mis padres hacían todo lo posible para comprarnos el tan preciado detalle, así no fuese el que mis hermanos o yo habiesemos escrito en la carta del niño Jesús. Siempre teníamos nuestro regalo seguro. Lo mío eran juegos para hacer pulseras, collares, y todo de maquillaje.

Mi regalo favorito, sin duda fueron unos patines en línea que nos compraron a mi hermano mayor y a mi. Todos los niños del barrio tenía y nosotros no, y llegó un diciembre en el que finalmente los pudimos tener. Me acuerdo claramente que los míos eran de color azul eléctrico y los de mi hermano eran grises.

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Lo cómico del caso fue que mi papá siempre era demasiado atorado por darnos los regalos si era por el creo que nunca nos habiesehecho esperar hasta las doce pm. Esa noche nos despertó a las 5 de la mañana para decirnos que ya el niños Jesús había puesto los juguetes, que los destapáramos (ya para esa hora estaba influenciado por el alcohol jajaja), abrimos las bolsas nos pusimos los patines y aprovechando que a esa hora no habían carros, salimos a la calle a patinar, bueno, más mi hermano, yo parecía bambi recién nacido jajajaj me tomó días dominarlos.

Otro de mis juguetes favoritos era un perrito dalmataque ladraba, caminaba y daba la vuelta hacia atrás, ese era mi mascota y a mi me fascinaba jugar con él.

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Pero debo decir, que todos los juguetes que me daban yo los recibía con una gran sonrisa, pues también veía a mis padres emocionarse por ello. Yo nunca supe que quienes ponían los regalos eran ellos sino hasta que fuí mas grande, y agradezco el hecho de que me hayan hecho crecer creyendo en esa parte bonita y mágica de la navidad, ya que eso mismo lo pongo en práctica hoy día con mi hija.