Como nos fuimos temprano, aprovechamos de tomar varias fotos. Como ya les dije, las bandas encabezan los desfiles. En esta ocasión abrió la de la Plaza Bolívar.

Luego venía una carroza que me sacó las lágrimas. Se trata de unos señores mayores que están en el ancianato. A ellos los acompañaban las personas que trabajan en la Institución que se llama Doña Menca de Leoni, gracias a Dios no le han cambiado el nombre. Todos saludaban muy emocionados a los asistentes al carnaval.

Luego venía la comparsa de una escuela, y uno de los niños que me vio tomando una foto a los ancianos, me preguntó si no le iba a tomar una a él; le dije que sí y se plantó frente a mi teléfono para salir lindo y bello, jajaja.

A lo lejos vi un diablo que venía muy elegante. La verdad es que no daba miedo. Así que le pedí que nos tomáramos una foto, y mi sobrina @yola1, agarró su teléfono para complacerme.

Luego venía la reina, en una carroza exquisita, luciendo el que fue su traje de gala. La reina es una morena preciosa.

Ya se estaba haciendo de noche, y las fotos no estaban quedando bien. De hecho borré un montón de fotos. Pero hubo una que quedó espectacular. Se trata de un artesano que tenía tiempo fuera del país y regresó para engalarnarnos con sus creaciones.

Estando en el desfile, vi a Alexánder Tillero, quien fue mi primer novio. Tenía 20 años sin verlo, pues vive en Caracas, y las veces que venía al pueblo nunca coincidía con él; luego de las respectivas echaderas de broma de los amigos; nos fuimos para "El boquete", que es la zona donde colocan la miniteka.

Entre el ruido de la música, hablamos de todo un poco; el que fue mi novio es el que está a mi lado, con una franela blanca, gris y negra. Como pueden ver es alto; y eso era lo que más me gustaba de él, ya que yo mido metro y medio, jajaja. Conversamos de todo, pero básicamente de su familia, de la mía y recordamos algunas vivencias de juventud. Fue un momento agradable. La verdad es que ambos nos tenemos mucho cariño.

La miniteka dejó de sonar a las doce de la noche, y todos como Blanca Nieves regresamos a nuestros hogares, antes de que se rompiera el hechizo de un día maravilloso, en el Carnaval de Carúpano.