Así es el amor, llega a veces cuando lo esperamos; pero también cuando no. El hombre que amo entró a mi vida cuando yo tenía 22 años y él, 39. La diferencia es de 17 años. Para ese tiempo estaba de moda la canción "40 y 20", de José José. Cuando mi mamá supo que estaba enamorada de un "viejo", como solemos decirles a las personas mayores de edad, se quería morir. Sin embargo, cuando lo conoció me dijo textualmente: ¿Cómo no enamorarse de él?. Es un hombre sensible y bueno, y con esas cualidades ninguna mujer puede ser infeliz".

Esa frase hecha "lugar común" aplica en mi caso: Carlos (@acostacazorla) es el mejor hombre del mundo. Mi vida a su lado ha sido dichosa. Coincidimos en los gustos hacia la poesía, el arte, la lectura, ver televisión y comer, jajaja. En 28 años de convivencia hemos tenido que separarnos por cuestiones labores. Ahorita, por ejemplo, él vive en Caracas, y yo estoy en Carúpano. Estamos enfocados en ahorrar lo más que podamos para que, dentro de dos años, cuando cumplamos los 30 años juntos, ya no haya más separaciones físicas; porque la cercanía amorosa y emocional se aviva cada día más. Y en eso nos ha ayudado la tecnología: Todos los días nos vemos, me arreglo cuando vamos a hablar por vídeo llamadas. Nos decimos frases amorosas. Él me dedica canciones; y yo hago lo mismo. En los momentos difíciles, siempre hemos estado juntos, así como en las alegrías.