Lucha contra el cáncer de mamas… ¡La historia de mi madre contada a través de mí!

Hola queridos stemians espero estén bien, les voy a compartir una pequeña historia sobre mi madre, quien es sobreviviente del cáncer de mamas, ya tiene 10 años de su operación, y a pesar del tiempo aún recuerdo todo como si hubiese sido ayer, pues yo estuve con ella durante su proceso de curación.

Todo empezó en el año 2007, cuando yo tenía 16 años de edad y estaba cursando el último año en el liceo, puedo decir que fue a mediados del mes de Septiembre, cuando mi madre se hizo su chequeo en los senos (el autoexamen) y sintió una pequeña bolita en el seno derecho, al principio no le presto mucha atención pues pensó que podría ser una bola de grasa, o al menos eso me dijo a mi (me imagino para no preocuparme), pasaron los días y la bolita se fue poniendo más grande y más dura, allí comenzó la preocupación, fue entonces cuando decidió ir al médico en el mes de Octubre y las noticias no fueron nada buenas en ese entonces.

Mi mamá al principio no me dijo nada, solo llego a casa y se acostó en su cama, sin ánimos de cocinar, comer, o hacer cualquier cosa, como yo no sabía que le había dicho el médico pues le pregunte y su respuesta fue “nada malo, tranquilo” pero me lo dijo en un tono de voz que decía todo lo contrario, asi permaneció durante 1 semana y media más o menos, y yo sin saber aún la gravedad del asunto, ya después de varios días decidió contarme lo que tenía, lo que el médico le había dicho, sus palabras fueron “hijo te voy a decir lo que el doctor me dijo, al parecer lo que tengo es cáncer…”, cuando escuche esa palabra ”Cáncer” créanme quede en shock, no sabía que decir, lo único que me había pasado por la mente en ese momento fue lo peor, que ya no tendría a mi madre conmigo, a Dios gracias no fue así, el cáncer fue descubierto a tiempo.

Luego de unos minutos reaccione y le pregunte: ”¿Es maligno?”, a lo que ella respondió: ”aún no se sabe, tengo que hacerme unos exámenes para saber si es benigno o no”, me sentí un poco más tranquilo cuando escuche esa respuesta porque todavía había una esperanza de que el cáncer no fuera maligno, inmediatamente le di ánimos, le dije que debía hacerse sus exámenes lo más pronto posible, y asi fue, al día siguiente salió a buscar donde hacerse los exámenes yo me ofrecí a acompañarla pero me dijo que debía ir al liceo, que tenía que continuar con mis clases. Ya en las primeras semanas de noviembre fue nuevamente al médico y resulto que el cáncer era maligno pero que apenas estaba comenzando, que debía comenzar las quimioterapias de una vez para detener su proceso de evolución, o algo así me dijo ella pues los médicos a veces usan palabras muy complejas.

Fue entonces cuando comenzó con las quimioterapias cada 21 días, solo le mandaron 4, comenzó la pérdida de cabello, mi madre quedo prácticamente calva, saben es fuerte cuando tu mama se para frente al espejo y tu estas parado atrás viendo cómo se quitaba el cabello solo con pasarse las manos, pero a su vez yo sabía que debía ser fuerte y no mostrar signos de tristeza porque si no ella también decaería, y aunque no lo crean el estado de ánimo juega un papel muy importante no solo en el cáncer sino también en todas las enfermedades, pues si te sientes triste, decaído, con ganas de desistir y dejar todo como esta pues la enfermedad se alimenta de eso y se reproduce muchísimo más rapido, así que yo debía mantenerla feliz y contenta fuera lo que fuera, gracias a Dios y a estas quimios la bolita que ya estaba bastante grande, se redujo un poco.

Luego vino la operación, aquí en Venezuela algunos hospitales públicos tienen muy buenos médicos (como por ejemplo el que opero a mi mamá, hasta recuerdo su apellido el Doctor Montesino), además de los médicos el hospital siempre estaba full y para conseguir una cama libre había que tener ayuda de alguien que trabajara en el hospital, nosotros conocíamos a una enfermera que hoy en día es la jefa de todas las enfermeras de dicho hospital donde operaron a mi mamá, gracias a esa enfermera pudimos conseguir una cama libre muy rapido tanto que mi mama no se llevó ropa ni nada, pues ella fue a decirle que la iban a operar y que necesitaba conseguir una cama y ella se la consiguió inmediatamente, mi padre fue quien le llevo la ropa y cosas de uso personal, allá duro 1 semana antes de la operación.

El día que la subieron a quirófano para operarla no lo pudieron hacer pues se presentó una emergencia la cual debían atender primero, al día siguiente tampoco la operaron pues mi mama estaba muy asustada y la tensión la tenía muy alta y asi no podían ingresarla a quirófano para realizar la operación, al tercer día ya estaba más calmada, más tranquila y fue entonces cuando la operaron, no recuerdo cuanto tiempo duro la operación, yo no podía estar en el hospital porque era menor de edad.

Luego de la operación mi mama duro unos 3 o 4 días en el hospital para que la dieran de alta, yo la espere en casa ese día y la fui a buscar a la parada, ella venía con mi padre en un taxi, cuando llego casi no podía caminar porque le dolía la herida de la operación, ya en casa me toco hacerle la limpieza de la herida diaria y además de colocarle una crema cicatrizante que le habían mandado, luego de esto le toco nuevamente ir al médico para ver cómo iba sanando e ir quitando los puntos, luego le mandaron 12 quimios una por cada mes, estas nos costó conseguirlas, para ese entonces eran muy caras y muy escazas, las pudimos conseguir gratis en corposalud pero había que madrugar, hubo un mes que tuvimos que viajar hasta Caracas para poder conseguir la medicina pues en Maracay no llego, recuerdo que dicho medicamento había que mantenerlo en frio, llevábamos una cava pequeña con hielo seco para mantenerla.

Cada una de esas quimios eran fuertes, tanto que había gente que se quejaba del dolor, otros lloraban, otros vomitaban, allí me podía dar cuenta que tan fuerte era el medicamento y el dolor que estaba pasando mi mamá en ese momento. Pasado el año de las quimios el doctor la dio de alta definitivamente, es decir, era una sobreviviente al cáncer de mamas, esto no quería decir que ella se descuidaría, al contrario todavía va a su consulta anual para descartar un posible regreso del cáncer, hoy día le estoy agradecido primeramente a Dios por haber ayudado a mi mama, también le agradezco a todos los doctores que la operaron, a la enfermera amiga de la familia y a todos los que estuvieron con mi mamá apoyándola en su lucha contra el cáncer de mamas. Mujeres chequéense a diario y vayan al médico más seguido, para asi evitar enfermedades como esta. El autoexamen es de gran ayuda!

Bueno amigos, gracias por leer esta pequeña historia de mi vida, hasta una próxima ocasión, cuídense y que Dios los Bendiga siempre.

Foto tomada de mi teléfono ZTE Blade Apex 2.