The Diary Game (18-08-2024) Un recorrido por las plantas sembradas por mi primito

Hola amigos, espero hayan tenido un lindo día. Ese día me desperté muy temprano, a eso de las 6 am y lo primero que escuche fue una música cristiana que me lleno de mucha energía. Yo estaba en casa de mis abuelos, y al salir de la habitación, vi a mi abuelo bailando y barriendo jajaja. Hice mi aseo y desayuné cupcake con café.

Yo tengo un primito de trece años que desde pequeño le encanta sembrar, en su casa no hay mucho terreno, pero en la casa de nuestros abuelos sí, por lo que allí hace su trabajo de granjero. Él llegó muy emocionado mientras desayunábamos, a decirnos que fuéramos a ver lo que había sembrado. Yo soy muy mala para sembrar, ni siquiera pude hacer crecer las semillas de maíz en el liceo, pero mi hermana es muy buena, por eso ellos se llevan tan bien y siempre hablan de sembrar plantas y se comparten semilla, plantas y técnicas de siembra.

En la parte de atrás de la casa de nuestros abuelos hay un cerro, allí él sembró patilla, tomate y auyama. Mi primo nos fue dando un recorrido por todo el lugar y nos mostró lo que había sembrado. Me encanto porque el tiempo estaba increíble, hacía una brisa riquísima y el sol no estaba tan fuerte.

La mata de auyama solamente tenía una auyama grande y otras más pequeñitas. La de patilla también tenía solamente una patilla grande y otra pequeña, parece que ambas se pusieron de acuerdo para dar frutos. Y por último, tiene tres plantas de tomates cherri, esas tenían bastantes tomates y uno de ellos estaba maduro, así que mi hermana lo agarro.

Después del recorrido nos sentamos en el cerro a hablar y nos reímos un rato recordando las locuras que habíamos hecho, también admiramos el paisaje. Mi primo y mi hermana me contaron su experiencia subiendo una montaña para agarrar maíz, por lo que contaron, la distancia era muy larga y era muy empinado, sobre todo, lo que más les afecto fue la presión del aire.

Todo estuvo maravilloso hasta que me tocó bajar y me dio un poco de miedo porque pensé que me iba a resbalar en varias ocasiones, yo había subido con unas cholas de mi primito y no con zapatos. Afortunadamente, pude bajar sin accidente gracias a que me ayudaron. Como dicen, es más fácil subir que bajar.

El resto del día fue tranquilo, solo hablamos hasta que nos tocó irnos ya en la tarde.