EL CALOR Y EL OLOR DE LA INTIMIDAD. Por @lunasilver
La intimidad de un hogar no está en los cuartos, está en la cocina.
Esta verdad me ha sido revelada en el taller de creación literaria a través de la cocina, dictado por la maravillosa @ugbariana, en la Biblioteca Pública “Ezequiel Zamora” de Villa de Cura.
La cocina es el lugar por excelencia del conjunto familiar. Es allí donde aprendemos lo que llegará a hacer la base de una familia, la base de tradiciones, la base de una sociedad. Los datos en nuestros recuerdos nos conectan íntimamente con la cocina. Es allí en ese cálido lugar donde nuestras madres, abuela y tías nos enseñan la Lengua Materna. Es allí donde recibimos las Memorias de Nuestros Ancestros. Nos convertimos en alquimistas, usando los distintos elementos (aire, tierra, agua y fuego) que transformamos en nuestras comidas.
La cocina es el lugar único donde reconocemos nuestros recuerdos pasados y transmitimos los recuerdos futuros. Es por eso que el taller de creación literaria dictado por Ingrid Chicote toma una gran relevancia en la conservación de esas memorias. Cuantas veces nos ha sucedido que una receta de comida nos traslada a un lugar específico del tiempo. Recuerdos que muchas veces deseamos transmitir a generaciones futuras. Entonces hagamos que esa receta vaya cargada de las emociones, de las percepciones, de las vivencias que las hacen especiales. Escribamos la historia detrás de la receta, para nuestras generaciones futuras. En estos momentos donde Venezuela está atravesando una difícil situación que ha hecho que ocurra un olvido máximo de muchos buenos olores y sabores del recuerdo.
La creación de este taller tiene un precedente, una gran influencia que nos ha trasmitido la escritora mexicana Laura Esquivel en sus obras como “Agua para Chocolate” e “Intimas Suculencias”. Donde la escritora nos recuerda que un mundo moderno lleno de protagonismo en la sociedad moderna nos puede hacer olvidar nuestras raíces ancestrales.
Es así como a continuación comparto una receta con una historia, como primera actividad del taller de creación literaria a través de la cocina y la memoria afectiva.
Bebida Celestial.
RECETA:
- Bolas de cacao puro
- leche (líquida o en polvo)
- azúcar
- clavitos dulces
- palitos de canela
- maicena
- queso
En aquella visita mi abuela se percata que pronto cumpliré 12 años y aún no tenía la cedula de identidad. Viendo esta situación mi madre y mi padrastro Herómidez Antonio Herrera, deciden que mi hermana Liliana Yureima y yo nos regresemos a Caracas para que nuestro Padre Fabián Castro nos saque el documento. Pensamos que luego de eso nos regresaríamos al Zulia, pero para nuestra sorpresa, el resto de la familia decide regresar también.
Llegó el año 1987, y en el mes de febrero muere la bisabuela Teodora Blanco, la madre de mi abuela Luisa. Fue allí en su velorio que probé esta rica bebida. Días después del entierro y novenario de mi bisabuela comencé a visitar más seguido a mi abuela Luisa. Ella se encontraba muy triste por el fallecimiento de su madre, así que me esforcé por tenerla distraída y una manera de hacerlo fue sacarle conversación. En una de esas conversaciones le pregunte por qué en los velorios se repartía galletas, café y chocolate. Mi abuela me contestó diciendo: “se reparte café para espantar el sueño y el chocolate ayuda a calmar el frio que hay en las noches en vela”.
Cocina a querosén de dos hornillas.
Muchos días después nos visitó un primo de mi abuela hijo de la Tía Olimpia Blanco, esta tía era hermana de mi bisabuela Teodora y ellos vivían en Ocumare del Tuy. En aquella visita, el primo Alejandro, trajo unas bolitas de cacao puro y unas tortas de casabe tipo galleta. Por la tarde de aquel día vi como mi abuela monto agua en su cocina de querosén de una hornilla; ella tenía cocina a gas, pero siempre le gustaba cocinar en su cocinita de querosén, “para no perder la costumbre” como decía ella. Ella le llamaba su fogón, aunque también le llamaba fogón a la fogata que prendían cada diciembre para montar la lata de metal donde hacíamos las hallacas.
En el agua caliente agrego tres bolitas de cacao, el olor llenó la cocina, pero me dijo: “no te dejes engañar con el olor, porque todavía le falta ingredientes para que sepa bien”. Y era cierto porque aunque olía riquísimo, era muy amargo al paladar.
Cacao en bolas 100% artesanal.
Las bolitas de cacao se disolvieron, haciendo oscura y aceitosa al agua. Entonces agregó las especies (la canela y los clavitos) dejó que se compenetraran un rato. Luego preparo la leche y le agregó unas cucharadas de maicena, esta mezcla se la agregó poco a poco a la otra que hervía, pero sin dejar de revolver para que no se apelotonara. Siguió mezclando hasta que hirvió. La cocina se llenó de un rico olor. Nos sirvió en pocillos de peltre. Antes de sentarse a la mesa me dijo: “y así le gustaba a tu abuelo Israel Gutiérrez” entonces agarró el queso de la nevera y lo rayó con un rayo que hizo ella misma con una lata de sardina de forma ovalada, un clavo y un martillo. El queso rallado se lo agregó al chocolate caliente y me volvió a decir: “así lo toman los andinos y como tu abuelo es de “Capacho” eso queda en los andes, por lo tanto es andino o gocho como le dicen. Yo seguía sacándole más conversación a mi abuela, mientras tenía la rica travesía de pescar el queso derretido con un pedazo de casabe.
Pocillos de peltre.
Fue así como se ha quedado esta receta en mi memoria, conectada con las vivencias, los recuerdos, olores y sabores de lo que fue el inicio de mi amistad con mi abuela Luisa. Ella falleció el 15 de octubre del 2016. Este taller me está permitiendo realizar una tarea que me había propuesto al fallecer mi abuela, honrar la memoria de mi querida abuela a través de las ricas recetas que aprendí de ella. Aprender de ella a cocinar fue una gran travesía, más adelante les iré contando.
Agradezco tu tiempo por haber pasado por este rincón donde seguiré compartiendo al calor de la intimidad que ofrece la cocina, lugar de reunión familiar.
Te invito a leer este tema relacionado:
SABORES Y RECETAS QUE SE GUARDAN EN EL CORAZÓN Y LA MENTE.
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Muchas gracias, familia de @Entropia, es un privilegio contar con su apoyo.
Excelente historia :D
Yo no sabia la razon de porque repartian chocolate en los funerales pero ahora se porque, tampoco conocia esa historia acerca de la familia es realmente increible, ya quiero hacer esa receta y degustar por mi mismo el chocolate con queso.
Me invitas para hacerla y degustarla hijo. TQM