La experiencia que estoy a punto de contarles ocurrió el año pasado en el mes de Junio mi esposo y yo estábamos de aniversario y queríamos pasar unos lindos días en Mérida una de nuestras ciudades favoritas de Venezuela, ese día subimos al Teleférico Mukumbarí y nos detuvimos en un tramo el cual nunca habíamos recorrido, caminamos muy contentos durante un rato por un laberinto lleno de frailejones calentitos que embellecen el paisaje solo con estar.

Al llegar al mirador a descansar de la caminadita que echamos, la falta de oxigeno por la altura y entre otros factores, ustedes saben... como no hacer ejercicios jeje por ejemplo; nos echamos en la primera piedra que encontramos a descansar de jadear la lengua, de repente voltéo y veo un banco desocupado enseguida me siento y llamo a mi esposo para charlar y descansar allí por unos minutos.

No podía pedir más, sin embargo como siempre curiosa veo a dos chicas sentadas a mi mano izquierda y estaban comiendo, habían llevado su comida en potes de helado y pensé en voz alta - El mejor sitio para comer, buen provecho- las chicas me escucharon y enseguida habíamos entablado una conversación, ambas eran estudiantes de odontología con nombres muy particulares las dos (Glenna y Kar) pensabamos que se llamaba Kar por la pelicula Cars jajaja pero luego descubrimos que no ya que era con la letra K. Hablamos de la vida, nuestra cultura venezolana, del amor y muchas cosas más, nos enganchamos y seguimos el resto del recorrido con ellas.

Nos sentamos en la famosa Plaza las Heroínas a seguir charlando junto a nuestras nuevas amigas y con muchas ganas de comer y tomar algo. Mientras pensábamos a donde ir, un perro, Pastor Alemán, saltó inesperadamente al agua de la fuente en medio de la Plaza, nos quedamos asombrados y comenzamos a reír, enseguida pensamos que tenía mucho calor y quiso refrescarse, como estábamos cerca de la fuente nos cayó un poco del agua que salpicaba ya que se lanzó repetidas veces a la fuente a nadar. Nosotros que no parábamos de reír le tomamos varias fotos.

Después de tanta risa nos fuimos a buscar un sitio con las tres b (bueno, bonito y barato), pues lo conseguimos y esa noche cenamos pizza en un lindo lugarsito de Mérida como hasta las 9:00 pm, echamos cuento y cuento. hasta el día de hoy hablamos por un grupo que creamos en whatsaap y la amistad sigue creciendo, ese fué uno de nuestros regalos en ese viaje.

Selfie grupal: Kar | Mirador de Laguna Fría Parque Sierra Nevada

Les presento a Nevado