En el pueblo de Refleland había muchos rumores. El pueblo vivía de estar pendiente de lo que hacían los otros. Podías intuirlo por la cantidad de ventanas que corrían sus cortinas cuando cualquier persona pasaba frente a una de las casas. Pero, ninguno de los habitantes del pueblo estaba preparado para lo que se avecinaba.

Una extraña figura apareció en Refleland una noche. Era un hombre con un abrigo largo y sombrero. En un principio a todos les resultó intrigante más no necesariamente aterrador, pero algo había en su silueta que hizo que las personas lo evitaran. Se rumoreaba que había aparecido de la nada, y que nunca se lo veía durante el día.

Sin embargo, Jimmy, un adolescente muy curioso no pudo resistirse y decidió acercarse a la figura para ver de qué se trataba. Una noche corrió la cortina después de verlo pasar, y se decidió a “seguir” a esa extraña figura. A medida que Jimmy se le acercaba, empezó a notar algo extraño. La figura del abrigo largo parecía reflejarse en él de alguna manera, haciendo que sintiera muy, muy incómodo.

La sombría figura se volvió hacia Jimmy, y este sintió que algo se movía dentro de sus tripas y peor era lo que sentía en su cabeza. Luchaba por separar su propia identidad de la del extraño hombre que estaba frente a él. La otredad se había adueñado de él.

A partir de entonces, la figura empezó a aparecérsele con más frecuencia, a cualquier hora del día o la noche. Jimmy no sabía si se estaba enfrentando a su propia imagen o a una entidad completamente diferente. Cada día se parecía más y más a la figura.

Un día, mientras caminaba por el pueblo, Jimmy se dio cuenta de que muchos vecinos se veían diferentes. Todos parecían haber adquirido los rasgos y gestos de la figura con la que había estado obsesionado. Miró a su alrededor y vio un pueblo de extraños reflejos, extraños cada vez más iguales unos a otros.

La otredad había tomado el control y no había forma de escapar. Sin embargo, Jimmy sabía que debía enfrentarla, enfrentar a su propia oscuridad para volver a encontrarse. Aunque la otredad lo asustaba, también lo desafiaba. Esa noche, Jimmy decidió enfrentar la situación de una vez por todas…