Literatura tradicional: El por qué Tío Conejo tiene las orejas largas.

Un día, tío conejo, cansado de escapar constantemente de sus agresores debido a su pequeño tamaño y a su poca fuerza, armó una escalera y fue al cielo a visitar al Ser Supremo. Estando ahí, le pidió al señor que lo hiciera más grande y fuerte para tener posibilidades de defenderse de sus enemigos.

Papá Dios complacería sus deseos, siempre y cuando tío conejo le trajera unas encomiendas muy peculiares, entre las cuales se encontraba: una culebra sabanera, un colmillo de caimán, un pelo de león y siete lagrimas de tigre.

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Tío conejo accedió, y bajó nuevamente a la tierra en busca de sus encargos.

Ya en la tierra, valiéndose de sus artimañas, se dedicó a buscar lo pedido. Primeramente, se armó de una guitarra y un garrote, empezó a cantar afuera de la madriguera de tío caimán, y cuando este salió molesto por el ruido, de un garrotazo le sacó un colmillo, y dando saltos desapareció entre la maleza.

Luego, fue a la madriguera de la sabanera, a la cual le dijo que ella no sería capaz (debido a su gran tamaño) de introducirse completamente en una pequeña tapara que él traía consigo; la serpiente, muy vanidosa, entró para que tío conejo constatara que ella (a pesar de su volumen) contaba con la elasticidad necesaria para hacerlo. Con la sabanera adentro, tío conejo cerró el recipiente.

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Siguió así, hasta que (mediante astucia) logró conseguir todo lo pedido y armó nuevamente la escalera para subir al cielo a entregar la encomienda.

Papá Dios, al verlo llegar, le dijo que a cada animal les dio ciertas virtudes. Al tigre y al león les dio la fiereza y la valentía, a la sabanera la velocidad y la fuerza, al caimán le fueron otorgados los afilados colmillos... y a tío conejo, no le dio nada de esto, pero le otorgó la astucia y la inteligencia para zafarse de los peligros de la tierra, y la prudencia, la cual es la fuerza de los débiles.

Sin embargo, al observar que tío conejo no estaba conforme, el Todopoderoso lo agarró de las orejas (para hacerlo más grande), y lo devolvió a la tierra; desde entonces, tío conejo tiene las orejas largas.

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Esta leyenda tradicional nos enseña que no todos fuimos dotados con las mismas virtudes, y no todos tenemos los mismos defectos. Sin embargo, todos estamos en capacidad de resolver los problemas y las situaciones de diferente índole, utilizando los talentos y las virtudes que nos han sido otorgadas.

¡Gracias por leerme, amigos!

Saludos.