Nueva dinámica: ¡Fui al médico y no entendí nada!
Williams Osler, considerado como "Padre de la Medicina Moderna", en una oportunidad expresó:
"El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad". (Fuente)
La frase aplica con la temática propuesta por @franyeligonzalez de la Comunidad COLOMBIA ORIGINAL. Aquí pueden ver su publicación →(enlace)← y aprovecho para invitar a: @marijoluna, @aplausos y marita52.
La intención de la dinámica en sí, es dar una opinión sobre la praxis médica, contar o narrar una experiencia en un centro hospitalario o afín. Realmente tengo bastante por decir, no obstante me centraré en algunos casos.
Cuando comenzaron los síntomas del cáncer (desde el principio lo sabía), fui a consulta médica para obtener un diagnóstico. El médico privado que seleccioné por referencias de terceras personas, usaba un perfume -me imagino- hecho con extracto de sangre de chinche.
Me pasó fue por masoquista. Después de la primera consulta anti-ética, no debí volver. Supongo que para cobrarme varias veces, me mandó exámenes, en lapsos distintos. En realidad los pudo prescribir en una consulta. Cada cita era una tortura psicológica. Un día se me revolvieron los apellidos, y armé el "soberano lío".
En el consultorio le dije de todo (sin ser grosero); no conforme, salí al pasillo de la clínica y continúe con el show, sin tarima, y con bastante público. Por maltrato hice la denuncia; las personas indicadas procedieron a mí favor. Yo tenía razón en los puntos expuestos.
Con los resultados de TAC (Tomografía Axial Computarizada) y otros estudios, diagnosticado con cáncer, me hacen una Radiografía de Tórax (Tx). Cuando debían entregármela el radiólogo me pidió que me esperara, porque estaba conversando por teléfono.
Esperé 1/2 hora; como aún no me atendía, fui a la Dirección del Hospital, me quejé. Le llamaron la atención. Enseguida me atendió de mala gana, pero lo hizo. Después sucedió algo similar en el laboratorio clínico, posteriormente en zona de radioterapias. La joya de la corona, fue en medicina interna. ¡Mal trato tras maltrato"
¡Nunca dejé de quejarme por maltratos recibidos! Como paciente tenía derechos, era mi deber hacerlos respetar, por mi bienestar emocional y familia. Más de un especialista médico me veía de reojo, me atendían con distancia, pero no dejaron de hacerlo.
El maltrato verbal, físico y hasta visual no es bueno en ningún lugar, menos cuando se acude a un médico en busca de información, orientación, ayuda, apoyo, soluciones ante el estado de enfermedad. Por ello la importancia del buen trato de los profesionales del área de salud.
Los médicos y otros especialistas crean una coraza a su alrededor para protegerse ante situaciones con personas afectadas en salud. Todos tienen sentimientos, sienten emociones; no debe ser fácil lidiar con cada caso. Me parece que deben aprender o a aceptar esto: la sensibilidad es normal; parte de la naturaleza humana.
Dicen que lo afectivo, es lo efectivo. Debe tomarse en cuenta siempre. El tiempo y la cantidad en la atención de pacientes por médicos y otros especialistas, debe asumirse como parte de la práctica laboral, entre otros factores paralelos, como conocimientos, experiencia, habilidades y destrezas, y por supuesto, el buen trato.
Ahora bien, como lo expresa @franyeligonzalez, es importante resaltar lo positivo. Por ende, voy a destacar a una médico que siempre lo digo, era un "Ángel de Luz" en la tierra. Se le conoció como: Rita Lara Morales.
De apariencia obesa, fuerte de carácter, con voz potente, expresión seria, sin embargo la percibí como una persona con un "no se qué". Sus conocimientos en la profesión eran notorios, el tiempo le dio experiencia(s), sus habilidades y destrezas eran atinadas, su trato fue ejemplar, tanto como persona civil y profesional.
Aunque era mujer con temple y recio carácter, al hablar con sus pacientes era amable y cariñosa. De la silla en su escritorio se levantaba para recibir y despedir a quien fuera a consulta. Conversaba amigablemente, estableciendo un clima de comunicación ameno. Preguntaba de todo, como parte de su ejercicio profesional.
"Querida"... así le decía, porque querido me decía a mí. ¿Me siento mal? -le comentaba, y me respondía: ¡Mal por qué si estás vivo y aquí conmigo! Me pedía hablarle con sinceridad. Cuando le hacía preguntas, me respondía sabiamente, serenidad y paciencia. Su atención era para mí.
Los diagnósticos los daba de la mejor manera, haciendo que uno se sintiera seguro, en confianza, esperanzado. Las malas noticias las comunicaba con empatía; se hacía solidaria con el paciente. Su seriedad no me impidió verla sonreír, e incluso reír a carcajadas. Sin duda era una profesional comprometida, casada con su una profesión que desempeñó con amor y pasión, hasta el final de sus días. ¡Ella falleció !
Antes de fallecer, me atendió como paciente, muchísimas veces, me regaló 36 años de amistad. Cuando fue a tener a su hija me lo comentó y pidió que la acompañara a control prenatal. Hoy en día, su "María José" es mi "Niña María José" (actualmente es médico)... y me corresponde con el mismo afecto y respeto que lo hizo su madre: ¡Mi querida Rita!
¡Rita! fue fiel ejemplo de amistad, hermandad, compromiso, profesionalismo. Todo un colectivo reconoció sus virtudes, aciertos y méritos. En la universidad como estudiante y profesora fue admirada, ejemplar en su consultorio einfalible, y en su hogar, un ser humano, persona y ciudadana extraordinaria
Ojalá este post sirva para reconocer el valor de los médicos en el ejercico de su profesión con un alto nivel de responsabilidad y corresponsabilidad, sin ver a los pacientes como un producto comercial. Permita entender que la sensibilidad "a flor de piel" es como un sello personal identificador y diferenciador; y que el buen trato hace a todos únicos, irrepetibles e inolvidables:
¡COMO MI QUERIDA RITA,
Y TANTOS EXCELENTES MÉDICOS!
Con el ejemplo de Rita y todos los galenos buenos, porque éstos(as) son más, dejo clarificado, lo que no quiero ver o presenciar en el gremio médico.
¡Hasta pronto!
Honor a la querida Rita, admiración a Rita, abrazos de aquí al cielo para que siga recibiendo la admiración y el cariño que se merece, mira como la relación paciente-médico puede transcender, quizás en sus consultas y por el diagnóstico te habrás preguntado más de una vez si superarías la enfermedad y la vida te ha respondido que ¡Si!, que incluso te regala días para que recuerdes a ese mujer invaluable que te ofreció lo que necesitabas y andabas buscando para sobrellevar el cáncer, te dejó su extensión para que le regalaras amor, el mismo que se ganó ella.
Gracias por participar y compartir con nosotros las dos caras de la moneda.
Las personas solicitaban su servicios como médico por la atención que le ofrecía a las personas. Conmigo, como bien lo expresas, de mi doctora de cabecera se convirtió en mi amiga, como una hermana, y de paso me regalo la oportunidad de ser como un tío para su hija, que ahora también es médico, al igual que una hermana de Rita; y de igual modo, son excelentes.
Rita no me dejó decaer durante la enfermedad que me afectó. Me decía que solo era una gripe que se me iba a pasar y que tenía que asumirlo así. Junto con mi familia, nunca me abandono, al igual que amigos y otros médicos.
Gracias por la revisión y valoración, pero sobre todo por el mensaje tan ajustado a realidad y tan cálido.
¡Saludos y éxitos!
Justo hace poco leí el comentario que le hiciste a una usuaria de Steemit que está pasando por esta noticia y me llamó poderosamente tu recomendación , la tomé parta mi porque me pareció magnífica. Tus palabras son valiosas para mi, porque das testimonio de algo que superaste y estás aquí para contarlo @jessfrendcor, que Dios te bendiga y que te regale muchos años más para que sigas apoyando a través de la palabra.
¡Hola! Sí, justo hoy, ella correspondió lo que le escribí.
Ciertamente no es fácil asumir esa enfermedad, porque cuando te la diagnostican lo primero que se te viene a la mente es la palabra: Muerte. ¡Eso es lo primero que se debe batallar! Después asumir que eres salud decretada por Dios, y que con esa fuerza divina todo lo puedes.
Después es necesario aceptar la enfermedad, aunque no es buena amiga. Hay que tratarla por tanto como una enemiga y vencer con fe y de la mano de las ciencias médicas y los especialistas que te asisten en el tratamiento.
En mi caso, estaba avanzado el cáncer, y ya había hecho metástasis, pero quería vivir y me sujete con el cinturón de seguridad a la vida.
Desde hace 17 años doy testimonios y apoyo a personas que atraviesas por esa situación.
Gracias por tu comentario, buena vibra y deseos. ¡A la orden siempre! ¡Saludos y éxtos!