Un proyecto (parte I)

Apenas iniciado el nuevo siglo un amigo pescador aficionado como yo, fanático de la pesca con mosca y de la Patagonia vino a visitarme a mi oficina ubicada en el centro porteño para proponerme un proyecto, su idea era hacer mapas esquemáticos, sin rigurosidad cartográfica, pero descriptivos y explicativos de los ríos y lagos de nuestro sur, para que los pescadores tuvieran una guía de cómo llegar, alojarse, pescar y también divertirse y aprender de las notas y curiosidades que pondríamos en los mismos.

Su idea me pareció por demás atractiva y eso aunado al hecho de que mi amigo era diseñador gráfico nos solucionaba varios posibles problemas, yo por mi parte aportaría mis conocimientos de los lugares y también mis relaciones con varios pescadores de las diferentes zonas a los que deberíamos convencer para que aportaran sus conocimientos y experiencias.

Hoy en día la confección de mapas en papel está un tanto perimida, por supuesto que aún queda gente que se siente más cómoda con ese tipo de documentación pero la gran mayoría de las personas utiliza medios más modernos como buscadores web, GPS y aplicaciones de teléfonos inteligentes, pero en aquella época todavía no existía semejante avance y los mapas seguían siendo una gran forma de informarse, llegar y seguir la información de un determinado destino.

De inmediato comenzamos a diseñar el plan de trabajo, la tarea parecía ardua y difícil pero tan atrayente e interesante que no nos importó demasiado, el desafío bien valía el esfuerzo.

Lo primero fue determinar todos aquellos lugares que merecían tener un “Mapa del Mosquero”, tal fue la denominación comercial que le dimos al proyecto. Las ideas surgieron inmediatamente, había tantos destinos posibles que tuvimos que dar un freno a nuestro entusiasmo y acordamos hacer solamente una docena, para ello por supuesto decidimos confeccionar una lista con los sitios que a nuestro criterio eran los más importantes emblemas de la pesca de salmónidos en nuestra Patagonia.

Luego pasamos al contenido, primero y principal el mapa sería solo esquemático, nada de detalles y precisión cartográfica, sería plegable y del reverso incluiríamos mucha información: zonas de pesca, accesos públicos y privados, infografías, lugares cercanos de interés turístico, historia del lugar, entomología, equipos y técnicas recomendadas y mucho más. Las ideas surgían permanentemente y el desafío crecía en similar proporción.

Pronto nos dimos cuenta que solo dos personas no bastaban para llevar adelante tan inmensa tarea y el equipo se amplió a cuatro; ahora surgían otros inconvenientes, había que obtener fondos para viajar y relevar los lugares, para pagar el diseño y la impresión, para la distribución y venta y tantas otras cosas que por momentos nos abrumaban.

Fotografía del original del mapa esquemático

Como buen informático y previendo el crecimiento de la internet se me ocurrió hacer una página web donde los usuarios de los mapas pudieran ver los próximos lanzamientos, información adicional que por falta de espacio no se incluiría en la versión impresa y hasta un club de usuario donde pudieran dejar sus observaciones, sugerencias, críticas, aportar datos para enriquecer el producto y compartirlo con los demás.

Todo el proyecto estaba en marcha y el primer mapa sería para el río con mayor historia de pesca en nuestro país: el Chimehuín. Quizás para aquellos que no les interesa la pesca con mosca el nombre no les diga nada pero les aseguro que para la gran mayoría de los pescadores de esa modalidad en nuestro país y no pocos del extranjero conocen y aprecian las bondades de ese mítico río.

El equipo viajaría a la provincia de Neuquén para hacer un relevamiento completo del Chimehuín, los alojaríamos en Junín de los Andes y desde allí comenzaríamos la aventura, pero una noticia de último momento provocó que uno de los principales impulsores de este emprendimiento no pudiera viajar: yo.

La historia continuará…

Las fotografías son de mi propiedad
Héctor Gugliermo

@hosgug