Ayer les conté de un nuevo viaje que realicé junto a mi novia a la ciudad de Chincha, que a pesar de ser muy pequeña, tiene tanto para mostrar en sus calles, puerto, gastronomía y cultura.

Chincha es significado de una tierra con mucho ritmo, color y sabor; no es por nada la ciudad más representativa del festejo y del cajón peruano. Además tiene unos platillos deliciosos y que la hacen una parada obligatoria, cuando alguien decide ir al sur de la capital.

En este corto recorrido fuimos a una de las haciendas con mayor historia en todo el Perú, la cual es la Hacienda Tabernero. Para quiénes viven fuera el nombrecito quizás no les llame la atención, pero para un peruano el nombre Tabernero es sinónimo de vinos y piscos; ya que son una marca peruana y de exportación. En Chincha tienen su hacienda y la fábrica embotelladora, así que nos encontramos con olor a uva maravilloso.

Todo lo vivido se los contaré muy pronto, pero les quiero dejar con algunas fotos de la entrada de este lugar increíble, que al momento del ingreso, ya nos muestra un poco de tradición.

Encontramos un camión que se usaba hace muchos años atrás y el cuál era para el trasporte de las botellas de vino y pisco. Primero eran transportadas a las tiendas de Chincha, pero luego fueron llevadas hasta el puerto donde eran descargados y recién podía ser exportado. Algunos de ellos, salían fuera y viajan a otras regiones del Perú.

Nos contaron que algunos están operativos, pero por las faltas de piezas actualmente, ya no sirven para transporte sino sólo para exhibición.

Hablamos de una fábrica embotelladora que nació en el año 1897, así que quería ver cómo se hubiera visto en sus años mozos y quise transmitirla en una sola foto en blanco y negro.

Me imagino tomando esta foto en los años 50, ¿ustedes no?