Historia de una prostituta. (Primera Parte)

27 de Agosto del año 1983, nace Sabrina Gonzáles en el hospital universitario de la ciudad de Caracas, Venezuela, una niña tan blanca como el marfil y hermosa como un atardecer. Hija única de una humilde familia donde su padre, Roberto, trabajaba en una panadería, donde su sueldo solo le alcanzaba para vivir el y su esposa Sofía.

Sabrina nunca fue planificada, pero a pesar de todas las adversidades y carencias, Su padre jamas decidió quitarle la vida, para el, Sabrina representaba una hermosa criatura que jamas pidió venir al mundo, uno muy duro y difícil, donde las oportunidades eran escasas debido a su estatus social, condiciones que en una oportunidad llevaron a su madre a tratar de abortarla, usando ciertas pastillas sin el consentimiento de Roberto, pero por una de esas casualidades que tiene la vida, estos fármacos no funcionaron como ella lo espero, y la hermosa Sabrina vino a este mundo buena y sana, una bebe saludable.

La infancia de Sabrina transcurrió en un humilde barrio de su ciudad, donde no abundaban los lujos, siquiera un pequeño obsequio en navidad, y para su cumpleaños, solían hacerle un pequeño pastel, por que era lo único que su madre podía permitirse realizar.

Sabrina entra al colegio, siendo una niña hermosa, de cabello azabache, negro como la noche, que se extendía hasta sus rodillas, de tez blanca y con pecas en su rostro, y unos hermosos ojos grises. A pesar de ser solo una niña, poseía una belleza que no pasaba desapercibida, y su inteligencia era de admirar, una joven muy reservada y solitaria, no hablaba con nadie en su clase, ir de su casa al colegio y de este mismo de vuelta a su hogar, sin distracciones ni desvíos, era su rutina diaria, y así transcurrieron sus días, en los cuales el único que compartía sus juegos, a sus diez años, era su primo, su confidente y único amigo.

Para sorpresa de Sabrina, su primo José, de 17 años, tenía malas intenciones con respecto a ella y así, cuando sus padres se encontraban fuera de casa, se halló sola con José, su confidente quien solía cuidarla, el mismo decidió tocar sus glúteos.

Ella sonrojada, asombrada y apenada le pidió y exigió que no lo repitiera, apartándolo con un empujón, amenazando con delatarlo ante sus padres, el enojo de este al verse rechazado, su morbo y el miedo de la niña lo cegó de tal manera que desató su furia sobre ella, tirándola a la cama y abusando de ella, de una forma tan siniestra, que las partes intimas de Sabrina no podían verse a causade la sangre que manaba de ella.

El no entendía razones, ni escuchaba palabras, ella le pedía, con cara de agonía y de dolor, que parara, pero tal tortura no se detuvo.

José amenazó a una temerosa Sabrina, la cual yacía en una cama ensangrentada, llorando y temblando, adolorida y traumatizada, que si alguna vez contara algo de lo sucedido, optaría por asesinarla, que nadie le creería, ya que su religión le daba una reputación de santo, y aquel devoto santo, la traumó hasta el punto que ella solo lloraba y afirmaba, como todas las noches siguientes.

Pasaban los días, las semanas, los meses y con ellos los años, y José seguía visitando a su prima, abusando de ella como quería, mientras ella se volvía mas fría y sin sentimientos a medida que su adolescencia transcurría, se volvió de muy pocas palabras, cuando sus padres le cuestionaban el por que, ella taciturna, les daba la espalda y se encerraba en su cuarto. José tenía poder sobre ella, esa pobre muchacha, de quien seguía abusando, bajo la continua amenaza que le escupía en el rostro, aun sabiendo la clase de monstruo que se escondía tras una biblia, la cual llevaba a todos lados.

Sabrina, ya a sus 17 años, decide abandonar el colegio, y dedicarse a trabajar vendiendo café, como algunas personas de la ciudad acostumbran a hacer, sentados en una silla, con una caja al frente, donde también suelen tener golosinas y cigarrillos, una actividad con la que muchos sobreviven en tiempos duros, les permite el ingreso económico al hogar y les calma el hambre en muchas ocasiones.

Ya Sabrina no era la misma niña dedicada a sus estudios, su primo le desgració la vida, y alejó de ella toda motivación de superación, sus metas y sus sueños, se los arrebató.

Para sus padres fue un duro golpe que ella abandonara sus estudios, ya que era su única hija, y guardaban la esperanza de que, mediante el esfuerzo, ella pudiese abandonar aquel barrio humilde y peligroso donde vivían, y tener un mejor futuro y suerte que ellos.

A sus dulces 25 años, Sabrina poseía un hermoso cuerpo, envidiable ante todas las mujeres que en ese barrio vivían, tenía una vida "normal", trabajaba vendiendo periódicos, cigarrillos, café, o lo que le pudiese servir de mercancía, aunque ya no tenía esa mirada de niña, sus ojos grises seguían atrayendo miradas, y su cabello seguía siendo tan largo como antes, toda una admiración de señorita, la envidia de muchos, el deseo y admiración de todos.

Trabajando muy duro, una tarde cayó en cuenta de que lo que ganaba no le era suficiente, no alcanzaba para mucho, y no la abandonaba la preocupación de que su padre cansado y viejo, estaba a punto de retirarse, pues su cuerpo ya no daba para más, cargando cajas y mercancía en un mercado popular de la zona, y su madre, ya se encontraba muy enferma, sus medicamentos, escasos, se conseguían solo a un precio muy elevado, por lo cual no podían permitírselos.

Ella debía tomar una decisión, un camino, ella sentía que debía sacrificar todo para darles una mejor vida, pero no sabía como.

José, aun existía en este cuento y seguía abusando de ella, que no hacía mas que llorar cada vez que el tortuoso encuentro se llevaba a cabo, y sufría con la impotencia de no poder contarle a sus padres, ya habían pasado muchos años, ella solo sentía asco y odio, hacia José y hacia ella misma. Sucedió, que un día, trabajando fuertemente como solía hacerlo, se desmayó en las primeras horas de su jornada, y tras una visita al médico, para su sorpresa y desesperación, halló que se encontraba embarazada... embarazada y de José, el único hombre con quien había estado
toda su vida, quien siempre abuso de ella, pensó en abortarlo, pero al final, decidió tenerlo, pues recordó una discusión entre sus padres, donde se enteró que su madre también opto por intentar lo mismo y no quería ser ella quien le arrebatara la vida a un bebé en camino, en su vientre, al que juró proteger, defender, el cual era suyo, su bebé.

Sabrina, tomó una decisión que cambiaría su vida, que la haría convertirse en una persona distinta. Una tarde, su primo volvió por más placer, y ella silenciosa, guardo un cuchillo bajo su almohada,lo inevitable, ya estaba planificado...

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