Para esta semana las palabras que se nos presentan tienen un significado muy valioso además de variado; porque éste va a estar basado en quien lo vea, y la perspectiva que le dé. A continuación les hablaré de una de ellas:

Siempre hemos visto el dolor como algo malo, molesto y por ende, tendemos a rechazarlo como una posibilidad en nuestro cuerpo. Según la OMS:

Es así como de forma directa asociamos el dolor con la enfermedad, de hecho, éste se ha convertido en la primera causa de la visita al médico, es decir, es el detonante que nos indica que algo está fallando y necesitamos ir con el médico.

El ser humano ha aprendido a tenerle miedo a las enfermedades, las cuales, al igual que el dolor nos recuerdan que la vida es finita, que no somos super humanos y que, obviamente, necesitamos cambiar lo que sea necesario para poder disfrutarla de verdad y a plenitud y es aquí donde el dolor, ese que tanto rechazamos, juega un papel importante.

Les invito a hacer un pequeño ejercicio mental, vamos a imaginar que a causa de su trabajo alguien se enferma (hernias en la columna). Resulta que en un mal movimiento le salieron dos hernias pero esta persona no siente ningún dolor, no hay molestia en ninguna posición, ni para cargar peso; sin embargo, la hernia está presente causando el daño que regularmente resiente el cuerpo como entumecimiento o debilidad en las piernas, pero como no siente dolor, esta persona sigue en sus actividades normales hasta que un día, de repente se cae y entonces la debilidad y el entumecimiento son tan grandes y fuertes que le impiden caminar. ¿Qué pasaría entonces? ¿qué creen que esta persona piense o sienta, pues todo pasó y no hubo un aviso que le diera el alerta?

Pero continuemos con el ejercicio. Ahora en tu mente ubica a una persona inmune al dolor. Esta persona no notaría lo fuerte del calor, la presión, el frío. No tendría límites en su accionar porque simplemente no hay el temor al dolor. ¿qué crees que pasaría con ella?, te lo diré, esta persona podría fácilmente dañar todo su cuerpo de una manera rápida y permanente, sin siquiera darse cuenta de ello.

El papel que desempeña el dolor en nosotros es el de ALARMA, él determina el límite y te hace sentir que a partir de allí hay posibilidades ciertas de que la integridad de una parte o de todo nuestro cuerpo esté en riesgo o corra peligro. También nos podría indicar que hemos sobrepasado el límite de nuestra capacidad de adaptabilidad y hemos puesto a sufrir a nuestro organismo. El dolor es útil, de manera real, porque previene el que pudiéramos enfermarnos gravemente y que esto se convierta en algo irremediable. Nos obliga a parar, reflexionar en lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo y a comenzar a cuidarnos.

Lo que hasta ahora he compartido con ustedes no es para que miremos de una manera romántica al dolor, sino para que le demos un significado más útil en nuestras vidas. No es para que no le prestemos atención sino para que, por el contrario, al sentirlo tomemos las precauciones necesarias. Necesitamos aprender a escuchar a nuestro cuerpo, prestando especial atención cuando nos muestra su DOLOR desde cualquier perspectiva.