Preguntas de Hijos! -¡Papá!, ¿Somos Pobres o Ricos?

¿Puede ser complicado explicarle a un hijo si eres pobre o eres rico?, suponiendo un caso sencillo donde en una temprana mañana, en un día de vacaciones escolares, en un día donde los hijos salen a acompañar a sus padres a hacer alguna actividad del hogar o del trabajo; un hijo le pregunta a su papá: ¡Papá!,¿Podemos imprimir unos dibujos en el centro de copiados? “Es que necesito un poco de inspiración”, añade al final. También es una pregunta difícil para responder cuando la capacidad económica de un joven papá no puede cubrir la necesidad de su hijo en algún momento y que en este caso se ve obligado a responder: “Ahora no puedo hijo”.
Más tarde, el hijo pregunta: ¡Papá!, ¿Somos pobres o ricos?.
Puede ser complicado ya que como padre o madre, te puedes ver inmerso en la duda de la mejor respuesta; contestar por el lado material o por el lado de la humildad o en otro caso, ¿Cuál es la verdadera intención de la pregunta? y puede ser más dificil cuando es una pregunta surgida de repente, de la nada y sin aviso, como cualquier otra de las billones que siempre hace; ¿Por qué llueve? ¿Los adultos también lloran? ¿Cuándo vamos a la playa?....
En medio de la confusión, cualquier papá optaría por decirle la verdad a su hijo y en este caso se le responde al hijo diciendo; “somos pobres hijo”, ya que recordó lo sucedido en la mañana.
Entonces el hijo refuta su respuesta y comenta “pero como podemos ser pobres, si tenemos un carro y tenemos una casa grande, con televisor y teléfonos; ¡Los pobres no tienen eso!, exclamo al final. Entonces la humildad, el buen corazón y los ejemplos de familia hicieron que el papá y la mamá respondieran: “Somos ricos en amor, bendiciones y comodidades, pero somos pobres en lo monetario y económico por ahora”
En ese momento aún predomina la duda sobre el verdadero motivo de la pregunta del hijo, ya que como padres siempre queremos dar el mejor ejemplo y que siempre queremos darle a entender a los hijos como son las verdaderas cosas de la vida, en que no siempre se puede cubrir una necesidad, complaciendo, o no haciendo que llueva ese día. Ahora bien, lo complejo puede resolverse cuando a los padres se les hace otra pregunta: ¿Cuándo podrán entonces imprimir los dibujos para yo poder inspirarme?
El papá estaba equivocado, el niño confiesa con esa última, que la verdadera intención del hijo deducir a partir de la respuesta; pobres o ricos, concluir por si mismo el por qué no se le había complacido con la impresión que había solicitado temprano ese día, él quería saber sí era por capricho, negación, o que de verdad no se le podía complacer en ese momento.
En este caso todo padre encontrará satisfacción cuando encuentra el camino que quería su hijo y más al darse cuenta que la pregunta inicial pregunta no era tan complicada como pensaba que lo era.