Mi amigo diario:

Hola mi querido amigo, hoy dando gracias a nuestro Dios por permitirnos ver la luz del sol, llego hasta ti una vez mas para contarte lo sucedido en mi nuevo día.

hoy mi día comenzó un poco mas tarde de lo normal, pase una mala noche y amanecí con un poco de fiebre y malestar, me levante temprano por que hoy como todos los días tendría que ir a darle de comer a los animales, como tenia malestar me vi en la necesidad de pedirle el favor a un amigo que lo hiciera pues de verdad no me sentía muy bien, después de esto mi abuela me sirvió el desayuno pero no quise comer, me tome unas pastillas que me dio y me fui de nuevo a la cama.


La fiebre se hizo mas fuerte, pero por las pastillas ya a eso de las once y media de la mañana ya la había sudado, nuevamente me dieron pastillas y me quede dormido otro rato, me dolía todo el cuerpo, me levante como a la una por que mi abuela me dijo que tenia que comer aunque fuera un poco.

La sopita que me preparo mi abuela me cayo bien, cuando estoy enfermo así lo único que paso son las sopitas y los jugos, como mi abuela sabe por eso me la preparo, al rato ya me sentía bastante mejor, el efecto de las pastillas la comida y los jugos me ayudaron mucho.

Al llegar la tarde decidí ir yo mismo a llevarle la comida a los cerdos, ellos tienen que comer al menos dos veces al día, cuando puedo les doy tres veces, en el camino se ven los potreros verdes por la lluvia, hoy por lo menos no llovió. al llegar ellos me estaban esperando con mucha hambre.

Ya muy recuperado y con un mejor animo me regrese a casa, ya era el final de la tarde, llegue me di un buen baño, sali un rato al frente a hechar cuento con unos amigos y al rato me llamo mi abuela para darme de nuevo las pastillas y para cenar, ya el estomago estaba mejor por lo que esta vez si me comí todo.