Concurso: Sobredicho

Cinco interesantes refranes nos conducen a reflexionar sobre la sabiduría popular, sobre esa capacidad que posee el lenguaje para permitir que el sentido de las palabras trascienda de su literalidad con el propósito de transformarse en versátiles connotaciones...

_{Imagen creada en PowerPoint/ F}

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🌟El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.

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Este refrán se refiere a dos de las pasiones más placenteras de la vida: leer y viajar. Están implícitas aquí las grandes lecciones que se pueden adquirir si nos dedicamos a la práctica constante de estas actividades. La lectura representa, por supuesto, una de las habilidades que más contribuye al desarrollo de la inteligencia humana, una fuente infinita de aprendizaje.

Y quien se dedica a viajar, a conocer el mundo, expande sus conocimientos a través del contacto con diferentes culturas y diferentes lenguajes, con distintas formas de percibir la realidad. Esto le proporciona la suficiente amplitud intelectual para evaluar las complejidades de este vasto espacio en que habitamos.

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🌟De noche todos los gatos son pardos.

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Literalmente esta aseveración pareciera referirse a que los gatos, por tratarse de unos animales muy escurridizos, parecieran mimetizarse con el tinte opaco de la noche. No obstante, al igual que ocurre con muchos refranes, la significación de este se ha expandido para hacer referencia a cualquier situación que implique disimuladas apariencias o descarados engaños.

Hace más o menos dos meses, por ejemplo, un delincuente ingresó en la noche a un centro residencial en Barcelona porque portaba una gorra y una camisa similar a la que usan los vigilantes que hacen guardia nocturna. Una vecina le dejó abierto el portón porque creyó que venía a cumplir con su trabajo. Sin embargo, el verdadero vigilante pudo atraparlo cuando estaba intentando abrir un carro en el estacionamiento. Una de las explicaciones de la vecina que, por descuido, cometió el error, fue esa: De noche todos los gatos son pardos.

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🌟Un trozo de pan en el bolsillo vale más que una pluma en el sombrero.

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Este es un contrapunto entre lo funcional y lo que solo es adorno; entre la apariencia y las urgencias que imponen las necesidades. Generalmente, quien es capaz de cargar un pedazo de pan en el bolsillo, nunca tendrá una pluma en el sombrero, eso no está entre sus preocupaciones; sus previsiones se orientan hacia aquello que es primordial para sobrevivir. Y, al contrario, quien adorna su sombrero con una pluma no querrá afectar su elegancia con un trozo de pan en el bolsillo.

Este refrán, entonces, encierra una crítica subliminal para aquellas personas que les dan una desmedida importancia a las apariencias, a quienes solo se interesan por lucir bien, dejando de lado los factores que de verdad importan para alcanzar una existencia alejada de las superficialidades y de las fastuosidades inútiles, una existencia que no se deje encandilar por el brillo para centrarse en sus prioridades.

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🌟¡Qué bonito es ver llover y no mojarse!

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En principio, este adagio hace alusión a la importancia del techo para evitar empaparnos cuando llueve; el techo, por supuesto, como una alusión a la casa, al hogar. Desde esta perspectiva, podemos entonces asociar su significado con la previsión o con el esfuerzo creador que permite lograr lo que se ha proyectado. En efecto, solo quien tiene un sitio seguro donde guarecerse deja de preocuparse por las inclemencias del tiempo.

De manera que en cualquier circunstancia en la que se tomen las precauciones pertinentes para evadir las desagradables consecuencias que pueden presentarse en un determinado momento, es adecuado aplicar este refrán. De acuerdo con los más prestigiosos economistas, por ejemplo, en nuestro país el producto de las rentas petroleras ha sido más que suficiente para vivir sin preocupaciones, siempre y cuando hubiese sido administrado con responsabilidad.

Pero como esto nunca ha sucedido, todo ese caudal de recursos monetarios ha sido dilapidado y esquilmado por la corrupción; por lo tanto, hoy a la mayoría de los venezolanos le toca aguantar el palo de agua porque, alegóricamente, nos dejaron sin techo para soportarlo.

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🌟Más agarrao que vieja en moto.

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Aquí se compara la mezquindad ciertos individuos con las dificultades de una persona de avanzada edad cuando viaja en motocicleta. Una anciana se supone que no está acostumbrada a este tipo de transporte, por lo tanto, debe agarrarse bien fuerte, por miedo y precaución, al chofer si le toca trasladarse en un vehículo como ese.

Debido a que al tacaño siempre se le ha llamado comúnmente “agarrao,” se produce esta asociación de significados. Es otra demostración más de la inmensa creatividad verbal del venezolano para expresar sus ideas desde el lado más jocoso.

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_{Invito a los amigos: @miyexi, @eddyt y @enmalopez a particpar en este divertido concurso.}