Mi fábula favorita es "el pastorcito y el lobo" este pastorcillo que cuidaba las ovejas se aburría mucho por eso le hubiese gustado que su trabajo fuera más divertido, debido a esto quiso hacerle una broma a los habitantes del pueblo y un día grito: "auxilio, auxilio es el lobo" y los habitantes se armaron de palos y fueron ayudarlo. Pero al llegar lo encontraron riendo y se dieron cuenta que no era verdad. Por eso le advirtieron que no lo volviera hacer a menos que el lobo estuviera allí .

El pastorcillo lo hizo una segunda vez, pidio ayuda a voz de cuello y de nuevo los hombres fueron corriendo ayudarlo pero era mentira y lo encontraron riendo a carcajadas así que al día siguiente de verdad llegó el lobo a comerse una ovejas y el pastor gritaba con todas sus fuerzas: "el lobo,el lobo" y la gente del pueblo pensó que de nuevo les estaba jugando una broma por eso no fueron en su auxilio, por más que grito y grito. Así que sabiendo que los pueblerinos no irían se resignó y solo se quedó mirando como el lobo devoraba sus ovejas.

Está fábula me gusta porque crecí escuchando la no porque mi madre me la leyera antes de dormir, porque no había esa costumbre, pero en la escuela escuchaba muy seguido que se hablaba de las fábulas y esta en particular captaba mi atención, porque la asociaba con lo que mi mamá siempre me enseñaba, que era decir la verdad.

Está fábula me enseñó lo importante que es decir siempre la verdad. Cuando mentimos no somos personas confiables,creíbles. Mi mamá siempre me recordaba los problemas que uno se buscaba por mentir. Y es que al decir una mentira había que decir otra para tapar esa y así sucesivamente hasta que la montaña de mentiras era enorme y lo peor es cuando descubren la mentira, la pena es horrible.

Por eso a lo largo de mi vida me he esforzado por decir siempre la verdad "así me corten la cabeza"como dice mi Mamá

He escuchado varias,ahora no recuerdo cuántas pero algunas de las moralejas que enseñan las fábulas que más recuerdo, son:

Desde que me hice madre no tuve el hábito de leerle cuentos cada noche a mi hijo miestras estuvo pequeño sin embargo, mientras fue creciendo le he ido mencionando este tipo de moralejas que enseñan una gran lección para la vida. Y es que no soporto la mentira por tal motivo me he esforzado por recordarle, ya que a mi misma me han servido estás lecciones. De seguro cuando tenga mi nieto seré una abuela consentidora y haré lo que no hice con mi hijo, leerle cuentos antes de dormir 🤗

Fue muy divertido refrescar mi memoria con estas fábulas y poder compartir una en particular que influyó en mi vida. Me despido de ustedes hasta otra oportunidad.