Se llama Crisis. ¿Y ahora qué?

in #cervantes5 years ago


Ayer escribí acerca de la realidad existente y los hechos que demuestran que existe una crisis. Si gustas puedes leer aquí.

Reconocer que existe una crisis nos ayuda a tomar decisiones, no podemos quedarnos pegados repitiendo: "hay problemas", "hay crisis", "estamos mal", "esto se acabó", "no tenemos remedio", porque este tipo de comportamiento lo que hace es que la persona caiga en depresión y contamine su entorno. Es realmente agobiante tener que leer, escuchar o ver a la gente quejarse como forma de enfrentar los problemas.
 
En los últimos tiempos escuchamos mucho la expresión "salir de tu zona de confort" y ¡bingo! ¡salimos de ella!, ya no estamos en nuestra zona de confort, entonces ¿qué vamos a hacer?
 
No podemos negar que hemos aprendido una cantidad de comportamientos que no teniamos antes, muchos de ellos nos han obligado a mirarnos a nosotros mismos y reconocer nuestras fortalezas y debilidades. Eso es importante para enfrentar las situaciones. ¿Qué soy capaz de hacer? ¿Con qué situación no puedo lidiar? ¿Qué puedo aportar desde mis fortalezas?
 

Un ejercicio que he estado haciendo (una sugerencia de @nakary) es la lista de las cosas que soportamos. Existe a nuestro alrededor cantidad de situaciones que se nos pasan desapercibidas, muchas de ellas que podemos resolver pero que hemos ido dejando así, por las razones que sean, y otras más complejas que quizá no dependan de nosotros mismos su solución pero igual las enlistamos.

fuente

Tratar de escribir esas cien cosas que estamos soportando, ropa descosida o sin planchar, grifos en mal estado, almacenamiento de objetos inútiles y todas aquellas que nos ocasionen malestar. El poner todo esto en el papel nos lleva irremediablemente a ir solucionando y tachando, y además de que ocupa nuestra mente y tiempo libre, también nos va dejando el bienestar de ver pequeñas cosas resueltas y eso es muy importante para nuestra visión de logro, si se pudo resolver eso, las demás también lo harán.

Aprender a dar

 
Muchas de las cosas que tenemos y no utilizamos pueden ser de ayuda para un vecino, pariente o amigo. El efecto que provocan los actos de bondad en los demás y en nosotros mismos es muy saludable. Algo pequeño como traerse un poquito de café de la panadería para darle gusto a alguien que está en casa, compartir el trozo de pan dulce, un caramelo, un chocolate, la mantequilla, mayonesa, galletas. Recordemos que estamos hablando de tiempos de crisis y satisfacer pequeñas necesidades diarias en los nuestros es importante.
 
Aprender a recibir
 
Existe cierto orden preestablecido donde las personas se sienten obligadas a retribuir cada vez que reciben algo, José Antonio Marina en su libro "La lucha por la dignidad", expone el caso de los japoneses que se sienten ofendidos cuando reciben un obsequio que está por encima de sus posibilidades, lo que ocasiona cierto recelo, expresa además que existe una compulsión social de devolver cada vez que se recibe algo, una especie de deuda queda pendiente en el que recibe.
Aprender del intercambio de manera más fluida sin sentimientos de ofensa o de deuda es importante en estos momentos. Hace poco tiempo una amiga me resolvió la necesidad de una bombona de gas, y otra me auxilió con una cocinita eléctrica. Mi sorpresa fue grande al comprender que la primera a los pocos días se había quedado también sin el producto, pero no había tenido reparo en ayudarme aún a sabiendas de que días después ella ya no tendría.
 
Ha sido precisamente la crisis la que me ha mostrado la capacidad de dar que tienen las personas, se suele decir que se ven las caras pero no los corazones, pero este momento ha hecho que se lleve el corazón en el rostro y podamos verlo y mostrarlo sin tapujos.
Desarrollar la creatividad
 
La crisis nos ayuda a cambiar nuestra manera de ver el mundo y a nosotros mismos. Los momentos de carencia nos obligan a repensar nuestras potencialidades y a buscar nuevas maneras o emprendimientos individuales o grupales. Acometer pequeños cambios en nuestra rutina diaria en búsqueda de qué hacer que resuelva los problemas hace que se modifiquen también las expectativas y perspectivas y nos llenemos de confianza.
 
En el año 2017 buscando qué hacer para aumentar mis ingresos y que estuviera en el rango de las cosas que me gustan, encontré Steemit, y ha sido una actividad que me salvó intelectualmente, me dio equilibrio emocional al tener la mente ocupada en temas de escritura, lectura y vida y en su momento constituyó también un aporte económico.
 
La vida sigue adelante y mientras tenga aliento y la mente lúcida mis posibilidades de seguir creciendo se seguirán expandiendo. Sigo en el camino.

Me gustó la idea de los árboles que crecen alto, sin límites y aportan tanto al planeta para Imagen principal




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