Imagén de @xpilar. Comenzando a Vivir

Comenzando a vivir.

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¿No les ha pasado que pasan tanto tiempo hacienda lo mismo, siguiendo la misma rutina, que ya no saben ni que día es? Bueno, ahora multipliquen eso por 1000… Yo llevo 1500 años aquí encerrada, esperando a ver si no se, me pasa como a las princesas de los libros que he leído y viene un príncipe a rescatarme, a estas alturas hasta me conformo con que venga un ogro con su burro… ¡No me importa! Solo… ¡SAQUENME DE AQUÍÍÍÍÍÍÍ!

Mi nombre es Violet, pero mis hermanos me dicen Vi. Soy lo que ustedes podrían llamar, un vampiro, toda mi familia lo es. Vivimos apartados en las montañas de Canadá, alejados de todo tipo de civilización, muy rara vez anda un humano por esta zona y cuando los hay… Mi familia se encarga de desaparecerlos, yo no, desde los 550 años de edad, me declare zootariana, no consumo sangre humana, solo animal.

Mi papá y yo siempre discutimos por eso… Él, dice que los humanos son seres ignorantes, estúpidos e impulsivos, y eso, los hace peligrosos. Él mismo, desde mucho antes que yo naciera, decidió que viviríamos aquí, encerrados, enjaulados, solo porque temía que nos pasara lo mismo que a la familia del Conde Drácula… ¡POR FAAAVOOR! Ya no estamos en esa época, la vida a avanzado, los humanos han avanzado, pero ¡NO!... Mi papá sigue pensando que me quemaran en una hoguera y que vendrá gente con antorchas, crucifijos y agua bendita.

Una vez, atrapamos a un humano… Mi papá hablo muy claro con mis hermanos y les dijo que esa seria la cena para mañana, que debían ahorrar porque últimamente no había tantos humanos por la zona, así que para evitar un impulso de idiotez por parte de mis hermanos, lo encerró en una pequeña celda que había en el sótano. Yo, con la excusa de: ”Voy a limpiar el sótano”, baje a ver al humano.

—¡Holaaa! Mi nombre es Violet y quería…—

—¡Por favor, déjame ir! Mis padres deben estar preocupados, yo les dije que solo pasaría una noche en las montañas. Si tardo más de lo debido, enviaran a buscarme y no quiero que más gente muera y menos ellos.—el chico, comenzó a llorar… Realmente estaba asustado, pero lo que más me sorprendió es que quería que lo dejara libre no por él, sino por sus padres y cualquier otra persona que pudiera venir a buscarlo a la montaña.

—¡Eeeehhh…! El problema es… Que yo no puedo hacer eso. Mira, si fuera por mí, ni siquiera estarías aquí, en serio. Yo soy zootariana, o sea, no tomo sangre humana. Pero si te dejo ir… Mi padre enfurecería conmigo y jamás, créeme… Jamás haz visto a mi padre molesto.— él se secó las lágrimas.

—¿Querías decirme algo, no? Te interrumpí hace un…—

—Si, si… Quería preguntarte una cosa… ¿Cómo es la vida fuera de esta montaña? En todos mis años de vida, jamás he avanzado más allá del rio.—

—Pues… El pueblo que esta al pie de la montaña es muy lindo y hay muchos otros parques naturales y ciudades muy bonitas. ¿En serio jamás haz bajado ni siquiera al pueblo?— Comencé a contarle al chico la historia de mi vida, el por qué estábamos aquí y las ideologías de mi padre.

—Espera un momento… O sea sí, no te voy a negar que haya humanos así como los describe tu padre… Créeme, la ignorancia es la peor arma del mundo. Pero sé que habría gente que los aceptaría, porque por más que sea ustedes no decidieron nacer así, no es como que pudieran elegir que comer o no, aunque bueno, en tu caso lo hiciste. Pero supongo que es algo complicado.—

—Si, lo es… Mi papá pasó 10 años sin hablarme cuando decidí volverme zootariana. Mi papá es un vampiro muy terco y cerrado, si fuera por él, viviríamos en una cueva en lo más profundo de Suecia. A veces quisiera solo irme, conocer el mundo. Ver… todo aquello que tu haz visto. Debe ser interesante vivir una vida de humana aunque fuera por solo un día.—

Y así estuvimos por horas, el hablándome de los humanos y yo de los vampiros, cuando de repente, escuchamos que alguien viene, yo me puse a limpiar y él se sentó en un rincón de la celda. Era mi padre.

—Escuche voces, ¿estabas hablando con la cena?—

—Su cena… No la mía. Y no, solo le dije que se arrimara porque lo llenaría de polvo.—

—¡JAJAJAJAJAJA! Mi niña… Es un humano… Lo único de valor en él, es rojo y está dentro de él.— se giró hacia él y le mostro sus colmillos. Se retiró riéndose a carcajadas, hasta lo escuche contándole lo que le dije a mis hermanos y a mi madre, los podía escuchar a todos riéndose de mí. ¡Uuuufff! Como me enfurecía eso, lo mismo hicieron cuando les conté que no quería tomar más sangre humana. Como si estuviera loca, como si mis ideales estuvieran mal. Ellos están mal. Me arte.

—¿Aún quieres irte de aquí?— le dije al chico que aún temblaba dentro de la celda.

—¿Queee…? Si, si, si… Por supuesto… Ya te dije, no quiero que mis padres se arriesguen a sufrir el mismo destino que yo. Ya en unos días volveremos a la ciudad y ellos no se irían sin mí.—

—Entonces… esto es lo que haremos: A eso de las 5:00pm, mi papá sale con mis hermanos al bosque para entrenarlos, quedaremos en casa solo mi mamá y yo. Apenas ellos se vayan, esperare 10mint y buscare una excusa para bajar, te sacare de aquí y nos iremos.—

—Espera… ¿Nos iremos?—

—Si, nos iremos. Yo también debo escapar de aquí.— Él chico me sonrió como si hubiera tomado la mejor decisión de mi vida y créanme, así lo sentía. —A todas estas, ¿Cuál es tu nombre?—

—Andrew, mi nombre es Andrew.—

Le sonreí justo antes de subir las escaleras y desaparecer por la puerta. Me encerré en mi cuarto, tome mi bolso y empaque unas cuantas mudas de ropa, mis libros de lectura y un MP3 que me había dado mi papá hace unos años, el cual, obvio, le había quitado a un humano al cual mato. Metí mi bolso debajo de mi cama y espere. Justo cuando escuche a mi papá llamar a mis hermanos para irse a entrenar, lo volví a sacar y lo puse sobre mi espalda. Pasados 10mint, salí del cuarto y vi que mi mamá estaba en el jardín, sembrando un árbol. Tome las llaves de la celda y baje al sótano, el chico estaba ahí, de espaldas a las rejas.

—Todo listo Andrew, nos vamos de esta pocilga.— Él se levantó emocionado y poso sus manos en la reja, me miraba como si estuviera viendo a la libertad en mis ojos.

—¿Tu… en serio estas segura de hacer esto? Dijiste que esto podría traerte problemas, no quiero que salgas lastimada por mi culpa.— Abrí la reja, él salió y se posó frente a mí.

—Créeme, más daño del que ya me hacen, manteniéndome aquí, dentro de estas 4 paredes, no… Más daño que ese, no podrán hacerme. Ahora vamos, tenemos que ser silenciosos, mi mamá está en el jardín. Saldremos por la puerta de al frente y bajaremos por la montaña.— Andrew asintió con la cabeza y ambos salimos al pasillo, caminamos lentamente hacia la puerta, cuando, pude sentir a mi mamá venir hacia nosotros a una velocidad que obviamente Andrew siquiera notaria. Gire hacia él y lo empuje contra la mesita que estaba a su lado. Mamá cayó sobre mí y no sobre él, él no entendía lo que acaba de pasar pero tomo una de las patas de la mesa y la sostuvo fuerte frente a él.

—¿A dónde te estaba llevando este humano? ¿Qué ibas a hacerle a mi niña?— Estaba a punto de arremeter de nuevo contra él, pero me levante e interpuse entre ellos.

—Él no iba a llevarme a ninguna lado ni iba a hacerme nada mamá. Yo lo llevaba hacia su libertad, yo misma me llevaba a mi hacia la libertad.—Ella me miro desconcertada, como si quien le acaba de decir esas palabras no fuera su hija.

—¿Quee…? Violet, ¿que acabas de decir? ¿Te vas? ¿A dónde te vas? ¿Te vas con… él?— Lo miro con ganas de fulminarlo.

—Si mamá, me voy. Estoy cansada de que no acepten quien decidí ser, estoy cansada de escuchar cómo se burlan de mi a mis espaldas, de escuchar a mi papá decir que su hijo favorito es Daemon porque él no lo ha decepcionado. De ver cómo quieren convertirme en algo que no quiero ser. Quiero salir mamá, quiero conocer el mundo, ver que hay más allá del rio, ver por mí misma lo que hay allá afuera. Quiero comenzar a ver más allá de la nariz de mi papá. El mundo, los humanos, yo… No somos lo que él piensa que somos y ni tú, ni nadie, va evitar que cruce ese rio y me vaya.— Jamás le había hablado a mi madre de esa manera, aunque la verdad nunca le tuve mucho respeto, siempre veía como mi papá la pisoteaba, ella jamás llego a tomar una decisión, todo, absolutamente todo, lo decidía mi padre.

—No permitiré que salgas por esa puerta, así deba encerrarte.— Adquirió una posición de lucha, me dio un poco de risa, ya que mi mamá tiene años sin luchar, en cambio yo, lo hago a diario para poder comer. Cazar animales es más difícil que cazar humanos. Trato de tomar mis manos para inmovilizarme, pero yo me moví más rápido y le di una patada en el estómago. Mamá cayó al suelo aturdida y antes de que pudiera hacer cualquier otro movimiento, le quite a Andrew la pata de las manos y se la clave en el hombro a mamá. Ella grito y cayó al suelo, no lo hice para matarla, eso jamás la materia, solo la inmovilizaría por un rato. Sus ojos, me miraban con dolor, había tanta tristeza en ellos que me fue inevitable soltar una lágrima, a ella le dolía, no lo que acaba de pasar… Le dolía el saber que gane, que me iría y que no me vería en un largo tiempo, tal vez para siempre. Ayude a Andrew a levantarse y lo encamine hacia la puerta, me detuve justo antes de salir y sin mirar atrás, me dirigí a mi mamá.

—Espero algún día puedas perdonarme por esto, puedan todos perdonarme por esto. Los amo, los amo mucho, pero esto lo hago por mí, no puedo pasar un día más aquí. ¡Adiós mamá!—

Apenas cerré la puerta, le dije que Andrew que corriéramos rápido, el grito de mamá debe de haberse escuchado hasta donde estaba mi papá con mis hermanos, en cualquier momento llegarían a casa y verían todo eso, irían a buscarme, pero los conozco, si nosotros llegábamos antes al rio y lo cruzábamos, nadie nos seguiría, su miedo a los humanos era más grande que el amor a mí.

Subí a Andrew a mi espalda y corrí, llegamos en menos de un minuto al rio, comenzamos a cruzarlo, no nos importaba mojarnos, la libertad estaba ahí, a solo unos pasos. A lo lejos pude escuchar el rugido enfurecido de mi papá, ya vendría en camino hacia acá, pero ya era muy tarde, ya nosotros estábamos saliendo del agua. Yo salí primero y ayude a Andrew a salir, cuando ya ambos estábamos afuera, mire hacia el otro lado y vi a mi papá con mis hermanitos, uno de mis hermanos lloraba al verme partir, los otros 2 tenían la misma cara de mi padre, me miraban con desprecio y decepción. Yo trate de contener las lágrimas, pero no pude, le dije a Andrew que corriera lo más que pudiera y partimos.

Sabía muy bien que ya no había marcha atrás, adiós montaña, adiós familia, adiós vida de vampiro. De ahora en adelante, me esperaban cosas nuevas, gente nueva, ciudades nuevas. No sé si Andrew me llevaría con él o me tocaría andar sola, lo que si sabía es que no pondría ni un pie en esta montaña, no hasta que no viviera la vida que tanto había querido vivir.

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Muchas gracias al amigo @xpilar por la creación de esta maravillosa imagen, para mí fue un placer crear una historia inspirada en ella. Espero que sigan creándose iniciativas como esta, que nos fomentan a hacer volar nuestra imaginación.

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