PROGRAMACIÓN NEUROLINGUÍSTICA - INTELIGENCIA EMOCIONAL - EMOCIONES - PARTE 2

in #spanish7 years ago (edited)

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Parte 1: https://steemit.com/spanish/@animus/programacion-neurolinguistica-inteligencia-emocional-parte-1

¿QUÉ NOS DICEN LAS EMOCIONES?

Las emociones son mensajes. Pero, ¿Quién los envía? ¿A quién están destinados? Y sobre todo, ¿qué nos dicen?.

Las emociones sólo desean darnos el mensaje que corresponde a una situación vivida. Casi todos vivimos nuestra existencia, saltando de emoción en emoción. Basta que un estímulo del mundo exterior o del mundo interior llegue hasta nosotros, un sonido, un aroma, el tono de voz de la recepcionista, esa particular mirada, este agudo dolor de rodillas, un recuerdo lejano, para que torrente de químicos en el cerebro encuentre en nuestro archivo de emociones, aquella que esta habituada a producir en cada caso similar que nos ocurra.

La deslumbrante maquinaria de nuestro cerebro, más veloz que la mayor y más compleja de las supercomputadoras actuales, organiza de inmediato un movimiento interior consciente o inconsciente en respuesta e reacción a ese estímulo.

Toda emoción tiene una carga muy importante de información. Y el arsenal de emociones disponibles en cada uno es inagotable, aunque según nuestra personalidad, nuestros hábitos, capacidades y cualidades, apelemos tan sólo a una gama limitada y reiterativa ya que incesantemente recurrimos a las mismas.

En incontables ocasiones, clasificamos a eso que percibimos en nuestro interior como algo negativo, que no quisiéramos sentir, sin embargo, ninguna emoción es buena o mala. No es posible enjuiciarla pero sí podemos clasificarla como algo que nos agrada o que nos desagrada y reconocerla como portadora eficaz de muy profundos y diversos mensajes.

La realidad de lo que transmiten, si podemos llegar a manifestarla saludablemente, produce una inmensa mejoría en nuestra calidad de vida y en la calidad de nuestras relaciones y, por ende, también mejoran el mundo, especialmente el que nos rodea.

Cada emoción nos pertenece, no podemos culpar al universo de lo que únicamente ocurre en nuestro interior. Por lo tanto, somos responsables de ellas y podemos modificar los hábitos emocionales si nos damos cuenta, si somos conscientes de lo que nos pasa, si adquirimos los conocimientos necesarios, si nos entrenamos para lograrlos.

Depende de cada persona como emplea sus emociones, ya que la conducta y la razón encaminan cada emoción. Es posible trasladar, encauzar, conducir hacia emociones saludables, toda aquella emoción negativa que obstaculice nuestro estado de bienestar.

o CIRCUITO EMOCIONAL

EXISTE UN CIRCUITO DONDE SE FORMAN LAS EMOCIONES, si podemos llegar a comprenderlos, también podemos modificar conductas.

Veamos muy breve y esquemáticamente cómo ocurren las cosa:

Primero se origina un HECHO, como por ejemplo, alguien que golpea a la puerta, un recuerdo o algunas de las situaciones mencionadas más arriba o cualquier otra. Los hechos son irrefutables. Son lo que son. No podemos disimularlos ni mejorarlos con palabras, ni justificarlos.

De inmediato, ante ese hecho, se produce una percepción sensorial. Mis sentidos externos e internos captan lo que está aconteciendo. Rápidamente construimos un CUADRO MENTAL, que muchas veces puede no llegar a coincidir con la realidad, aunque tengamos esa certeza. Existen cuadros mentales que conservamos en el subconsciente o en el inconsciente influyendo en nosotros durante todo el tiempo y que actúan según la situación y nuestra actitud frente a ella.

Pero como el cerebro no distingue entre lo real de lo irreal, lo consciente o no, en un instante nuestro organismo activa su fisiología. Se pone en acción el sistema nervioso simpático, que nos prepara para la defensa, el ataque o la huida, o el sistema nervioso parasimpático, que nos relaja y tranquiliza.

Al mismo tiempo, se pone en marcha la actividad química de nuestro cuerpo. EL CEREBRO transforma esos datos en información eléctrica, liberan neurotransmisores, sustancias químicas que transportan información que llegarán a diversas zonas del cerebro, y después de magníficas combinaciones de aminoácidos y péptidos, se liberan en el torrente sanguíneo y desde allí. Llegan a las células.

Estos cambios bioquímicos representan el aspecto físico o material de las emociones. Por supuesto, como no somos conscientes habitualmente de todos los patrones de pensamiento, a menudo, tan sólo en un atento ejercicio de observación de las emociones, podemos darnos cuenta de todos los movimientos que implican.

Nosotros tenemos células para todo: para enojarnos, para atender, para entender, para calcular, etc. Las células tienen inteligencia propia, no necesitan de nuestra voluntad para hacer lo que deben hacer en el momento en que se ven afectadas por el entorno.

Cuando una información entra en nosotros, realiza ese largo camino a toda velocidad, llega a la célula y produce en ella una transformación. Por ejemplo, la emoción que desata una discusión, después de todo ese recorrido termina intoxicando la sangre y produciendo un pico de estrés

.Presenciar un accidente puede aumentar el azúcar en la sangre y bloquear el proceso digestivo.

Esto significa, como todos hemos experimentado alguna vez, que las emociones pueden enfermarnos, indigestarnos o rejuvenecernos. El problema con un jefe, el amor recién hallado, la cuenta del gas, ¿a dónde van a parar? a las células, es decir al cuerpo.

De ese modo, toda nuestra fisiología y nuestro sistema nervioso se han puesto en acción: HEMOS CONSTRUIDO UN ESTADO EMOCIONAL. Según el camino que se haya creado, podemos dirigirnos al estrés, el miedo, la ansiedad o hacia una actitud creativa.

Cualquiera sea la emoción el estado emocional que se haya armado, siempre requiere urgentemente de una respuesta, una RESPUESTA ADAPTABLE.

Si elegimos aplicar el sistema simpático, podemos imaginar cuál es: bloquearse, justificarse, o destruirse. Y si usamos el proceso del parasimpático, seguramente llegaremos a entender, comprender y trascender el estado emocional que produjo aquel hecho.

o DECISIONES

¿Qué sucede, entonces, cuando ante cualquier estado emocional se toma una resolución positiva? Lo mejor, Ante el próximo hecho que se presente, sea el que fuere, se producirá una mejor respuesta cada vez. Cada una será un nuevo paso que abrirá un nuevo camino en el cambio de actitudes y de hábitos.

De los mensajes que envían las emociones, se pueden aprender mucho. Por ejemplo, podemos entrenarnos entre otras cosa, para transferir a emociones saludables, la energía de las emociones debilitantes.

Entre los primeros pasos que se deben dar para ejercer una modificación en los hábitos emocionales, hay que hacer un alto, detenerse y realizar una profunda introspección.

Esta reflexión sobre uno mismo debe conducir a un autentico y equilibrado autoconocimiento porque significa aprender a identificar, a reconocer y a nombrar cada emoción, saber cuales son las emociones recurrentes y en que ocasiones aparecen, por que hay otras que no queremos admitir pero están, que ocurre cuando surge algo nuevo o sorprendente. Pero con esto todavía no alcanza.

o DARSE CUENTA

Es necesario saber en que lugar esta cada emoción, que tamaño tiene y con que recurso contamos para hacer un trabajo con ellas.

La mayoría de la gente tiene pocas experiencias que pueda decodificar como emociones. Casi todos nos limitamos al odio, la alegría, la envidia, el amor, los celos, la tristeza y otras pocas más.

Sin embargo, existen otras emociones que no son simples manifestaciones conductuales ni son meras palabras sin contenido. Por ejemplo: determinación, responsabilidad, frustración, ambición, fracaso, seguridad, orgullo, detención, alienación, confusión, aflicción y muchísimas más.

Muchas veces suelen ocurrirnos que consideremos nuestra experiencia según las cosas que estamos realizando, que confundamos lo que estamos haciendo con lo que estamos sintiendo.

A medida que avanzamos en el “darnos cuenta”, el análisis es cada vez mas profundo. Y esa es verdaderamente la idea. Si estamos desconectados de las emociones propias, si no somos consientes de ellas, ellas se encargaran de manifestarse por si mismas en el cuerpo.

Como la mente y la emoción funciona al unísono y nunca se van a separar, si una emoción nos altera, el cuerpo va a seguir a ese pensamiento o a esa actividad inconsciente que se ha producido.

A nosotros, en incontable ocasiones no nos gusta sentir algunas emociones y entonces las clasificamos de buenas o de malas, pero, en realidad los pensamientos son los buenos o los malos. Puede ser que una emoción sea desagradable pero no significa que sea mala. Puede ser que simplemente comience a activar un botón de alarma para que estemos alertas a lo que ocurre en nuestro entorno. Disponemos del don divino de la vida, vivámosla cada vez mejor.

“EL MENSAJE QUE TRAEN LAS EMOCIONES ES UNA OPORTUNIDAD, UN INSTANTE UNICO E INTRANSFERIBLE DONDE EJERCEMOS EL DON HUMANO MAS PRECIADO: EL DE LA LIBERTAD”

Fuente 1: Conocimiento propio.
Fuente 2: Inteligencia emocional-Daniel Goleman

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Si tuviera un poco más de tiempo, me estudiaría a fondo el libro de Daniel Goleman, que me leí muy superficialmente hace tiempo, sintiéndome muy identificado con muchas de las cosas que allí se dicen... Muchas gracias!!

Brillante post! Para llegar hasta ese conocimiento, pase por Carl Jung y Bruce Lipton entre otros.. Enric Corbera también es conocido. Somos universos, nuestro inconsciente es inmenso, nuestras capacidades increíbles.... y apenas estamos tocando la superficie..

Excelente. Muchas gracias. Hace 7 años que hago terapia freudiana. No aparece así descrito, pero el proceso es el mismo, según mi experiencia.

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