Existe la posibilidad en que las exhibiciones que el macho realice sean la garantía de un buen genotipo. El hecho mostrarse y demostrar sus capacidades adaptativas, como la de ser más atractivo, más fuerte, mejor cantante, entre otros elementos, asegura la cópula, y le permite a la hembra obtener los mejores genes para su descendientes.

Se ha observado que algunas especies de machos son proveedores de comida, cuidado de crías y otros recursos necesarios para las hembras y sus crías. Las hembras selectivas deben distinguir entre los buenos y malos proveedores, mediante un claro proceso de selección direccional.

Un ejemplo es el de la mosca escorpión: cuando un macho captura un insecto se coloca en una rama y emite ciertas hormonas químicas (ferormona) que atrae a la hembra. Cuando esta se acerca debe evaluar la presa, si la acepta, muestra su disposición a la cópula. La duración del apareamiento es directamente proporcional al tamaño de la presa, pues si es lo suficientemente grande, durará más en comerla. Si en menos de 20 minutos logra comerla por completo, se separa del macho y vuela buscando a otro candidato.

Autor: @alexaivytorres

Para los teóricos evolutivos, la preferencia de las hembras evolucionó primero, y posteriormente los machos se adaptaron a ella. Las hembras utilizan los sesgos sensoriales y sistema nervioso para otros procesos diferentes a los de elección de pareja.

Otras explicaciones…

Existen teorías que aseguran que existe arbitrariedad en las preferencias sexuales de la hembra. La hipótesis de los machos atractivos postula que, cuando las hembras muestran notoria preferencia por una característica de un macho cortejador, la selección actuará y la preferencia se volvería una moda, pues la hembra sólo escogerá individuos con esa potencialidad.

¿Será Cierto?

Analizando el contenido desarrollado podemos decir que:

• El dimorfismo sexual, es decir las diferentes formas y colores que distinguen a las hembras de los machos se corresponde con un proceso evolutivo, que desde la formación de los primeros seres vivos ha dado resultados efectivos.

• La hembra de cada especie se encuentra dotada de alguna manera de eficientes sistemas sensoriales, que les permite valorar de forma cuidadosa y especializada los atributos genéticos que el macho exhibe, bien sea para asegurar la descendencia, como para obtener recursos de supervivencia.

• Los criterios estarán definidos por el tipo de cortejo característico de cada especie. Lo cierto es que el fenotipo, determinado tal vez por mejores características corporales y/o conductuales, expone la calidad genotípica del sexo opuesto.

• Ciertos evolucionistas plantean que, las exigencias de las hembras vienen a ser más antiguas, que las estrategias de cortejo de los machos, pues estos también han estudiado muy a detalle las necesidades del sexo opuesto para mostrar sus mejores condiciones.

• La hembra no humana, no conoce de prejuicios y estereotipos sociales, pues sólo puede ser vista desde su biología esencial, la de nacer, crecer, desarrollarse a través de complejos procesos fisiológicos, reproducirse, envejecer y morir. La necesidad de perpetuarse y garantizar una prole con excelentes características suprime en la mayoría de los casos, la monogamia, pues implica reproducirse siempre con un macho cuyas capacidades reproductivas pueden verse o bien disminuidas, u opacadas por otro individuo con mejores condiciones.

• Cuidar una cría enferma, implica un riesgo para la población, sobre todo si se es presa. La elección de unos buenos genes determina entonces grandes beneficios para garantizar la estabilidad de los diferentes clados evolutivos.

Me permito preguntarles:

¿Cuáles son los criterios que utiliza la hembra humana para seleccionar un macho?

Referencias de apoyo

Freeman, M. (2002). Análisis Evolutivo. Prentice Hall: Madrid
Machado, A. (1975). Introducción al Estudio de la Evolución. UCV: Caracas