Tortuga Morrocoy

Es un placer participar en este día de cotinaplanet, en donde les compartiré información sobre un lindo animalito que todos conocemos por el nombre de Morrocoy.

Es una especie de tortuga terrestre muy común como mascota, y que se caracteriza por su pequeño tamaño (máximo 35 cm de largo en la etapa adulta), con un caparazón de color negro o marrón con manchas amarillas-naranjas. Poseen un plastrón (parte ventral del caparazón) de color amarillo. Sus patas y cabeza tienen manchas rojas-naranjas.

En esta especie, los machos son más pequeños que las hembras y poseen su plastrón hundido para facilitar el apareamiento.

Esta especie es nativa de bosques secos tropicales, selvas y sabanas en Suramérica y América Central, encontrándose en Venezuela, Brasil, Colombia, Islas del Caribe, Paraguay y Panamá. La temperatura del hábitat de 25 a 30°C en el día y 20°C en la noche.

Los Morrocoyes son unas tortugas diurnas pero la mitad del día se quedan en estado de reposo, más cuando han comido de manera abundante. Son herbívoras y carroñeras, alimentándose de variadas frutas y verduras.

Algo importante en su alimentación es que son muy selectivas, es decir, comerán solo lo que les guste. Por lo tanto, es necesario variarles la comida para que no se acostumbren a una sola.

Dentro de lo que pueden comer se encuentra: Pepino, brócoli, calabaza, flores, cilantro, dientes de león, hojas, patilla, mango, manzana, lechoza, peces y lagartijas.

Lo que no deben comer es: Zanahoria, tomates, plátano, arroz, maíz, remolacha, cambúr, calabacín, patata, pimientos, entre otros. Estos alimentos pueden generarles obesidad y enfermedades.

Otro aspecto a considerar es el agua, que debe estar a temperatura ambiente y a la disposición del morrocoy para que pueda hidratarse cuando lo requiera.

Esta especie se encuentra en peligro de extinción, y su mayor amenaza es la caza excesiva. Muchos de ellos son recogidos para ser comidos en diferentes platillos, tales como el Pastel de Morrocoy.

También han sufrido la pérdida del hábitat debido a la agricultura y la exportación para el comercio de mascotas, esta última en menor grado.

Las medidas que se han tomado para su conservación, es la protección de parques naturales y nacionales en donde las tortugas no puedan ser cazadas.

En mi infancia tuve dos ejemplares hembras, una que nos habían regalado y la otra que rescatamos de casualidad, porque la vi cerca de mi casa y en muy mal estado. Fueron unos animalitos demasiados tranquilos, queridos y consentidos.

Recuerdo que siempre era responsable en lo que respecta al cuidado de esta especie, pues estaba pendiente de que no les faltara agua, alimentos y Sol. Las mantenía en el balcón con suficiente espacio y todos los días las llevaba conmigo al parque para que pudieran caminar y comer todo tipo de hojas y flores. Hasta en mis viajes las llevaba conmigo, porque dejarlas solas nunca fue una opción.

Para aquel entonces, no sabía sobre el peligro de extinción de esta especie, sin embargo, las cuidé y amé mucho porque eran parte de la familia.

Hoy en día, considero que estos animalitos deben vivir en su hábitat natural, pues por más cuidados que reciban en el hogar, nunca podrá reemplazar su lugar de origen.