Saludos a todos los steemitas del mundo que hacen vida en esta distinguida comunidad. Atendiendo a la invitación que me hiciera @acostacazorla, me uno al concurso "Una imagen, una historia", que coordina @franyeligonzalez. La dinámica consiste en escribir un relato a partir de la siguiente imagen:

John sabía de los conflictos que Lucía tenía con Michael. Por eso le pidió ordenar las facturas de ingresos y egresos de la empresa cuando el reloj marcaba casi las seis de la tarde.

-John, lo hago mañana temprano, ya es hora de irme a casa. El trabajo de contabilidad requiere tiempo. La verdad es que me siento agotada para hacerlo ahora -dijo Lucía, en tono de reclamo.

-Lucía, es ahora que lo debes hacer, para mañana es tarde. El gerente necesita esa información a primera hora; y ya la hemos postergado más de la cuenta, -replicó John.

-Bueno, por lo visto, no te podré convencer, así que no perderé más tiempo dando argumentos que no quieres escuchar -respondió Lucía-, tomó en sus manos el cerro de facturas y comenzó a hacer el trabajo contable que le estaban pidiendo.

Mientras eso ocurría en la oficina, Jhon tomó su teléfono para llamar a Michael y preguntarle por Lucía.

Michael le dijo que Lucía lo había llamado para decirle que saldría tarde, porque estaba realizando un trabajo de contabilidad que debía entregar al gerente.

-¿Seguro? -le dijo John? -Yo vengo de la oficina y nadie quedó allá.

Michael, que era un hombre lleno de inseguridades, comenzó a llamar a Lucía, pero esta no contestaba el teléfono para evitar desconcentrarse.

Pasaban las horas, y Lucía no se percataba de ello. Cuando todo el trabajo contable estuvo listo, miró el reloj de pared.

-¡Dios mío! -exclamó -ya casi van a cerrar la estación del metro.

Comenzó a recoger las cosas que estaban en su escritorio, vio el celular y había 12 llamadas perdidas de Michael. Sintió una punzada de pavor en el estómago. Se fue hasta la estación del tren, caminaba dos pasos y corría otros tantos. Con las manos temblorosas se recogió el cabello y se hizo un moño. Sacó el celular del bolso y comenzó a llamar desesperadamente a Michael. Ahora era él quien no respondía. Lucía sentía miedo no solo por la soledad de la estación del metro, sino por la reacción de Michael cuando ella llegara a la casa.

En medio del silencio, sintió unos pasos de puntilla, volteó y no vio a nadie. El tren aún no llegaba a esa estación. De repente, escuchó su nombre.

-Lucía, hasta hoy me engañas -escuchó que le gritó Michael -Y un disparo retumbó en la estación del tren de Berlín.

Fin

Me gustaría invitar a @dove11, @genomil y @evagavilan. Aquí la información.