Una de las cosas que lleva más trabajo es hacer las hallacas, pero esta tarea meticulosa y titánica es bien llevada por la familia, Al principio yo no entendía por qué tanto alboroto por hacer unas hallacas, si con simplemente comprarlas era suficiente, para el que quisiera comer hallacas.

Yo al principio no era amante de comer hallacas, pero después de probar algunas, me encantaron, pero ahora viene el dilema de cuáles son las mejores. por ahí dicen: "La mejor hallaca es la que hace mi mamá", en mi caso, son las que hace mi abuela.

Nunca entendí el porqué de tanta discusión, una hallaca es una hallaca, siumple, así era como yo pensaba, sin embargo, en una época, mi papá (@fjjrg) y mi tía Beatriz, hicieron hallacas para vender, él las vendía en la universidad, a sus colegas profesores y algunos alumnos de confianza. En una ocación escuché cuando le dijo a mi tía que había una profesora que era hipertensa, diabética y cardiópata, que ella y su esposo eran personas mayores y enfermas, por lo que no podían comer hallacas, mi papá y mi tía resolvieron cómo hacerles unas hallacas "Light". En vez de sal usaron ajo en polvo, entre otras cosas, le sustituyeron algunos ingredientes, las alcaparras las pusieron en agua para sacarles la sal, hicieron un guiso "especial" aparte, y elaboraron unas 10 hallacas "Light" (no sabía que se podían hacer de esa manera).

El cuento es que mi papá le llevó esas hallacas a la profesora y le dijo: Pruebelas, y si no le gustan no me las paga, si les caen mal me avisa y tampoco me las paga". Muy audaz, pienso yo que fue con eso. A los días, mi papá llegó con una gran sonrisa y le comentó a mi tía que la sra quedó encantada con las hallacas, y que estaban lo suficientemente sanas como para mandar a hacer 50 más. Nos contó que la profesora muy emocionada le dijo que tanto ella y su esposo tenían años sin comer hallacas por sus afecciones, pero que estas les habían devuelto muchos recuerdos y alegrías.

Entendí entonces, que la hallaca por sí sola es simplemente un plato más en un menú, una simple comida, pero, cuando se hace con un propósito, con voluntad, con cariño y con amor, una hallaca es capaz de alegrar muchos corazones.

Desde entonces, cuando se van a hacer las hallacas, yo le digo a mi abuela y a mi papá que me las hagan "especiales", las mías llevan más cebolla que las demás, llevan más gallina , un punto de ajo, y por supuesto son más gorditas. De eso se trata el hacer las hallacas, en consentir a tu familia, a tus seres queridos.