Mi diario abrirá con una foto que tomé en la tarde; ya que, por descuido no tengo ningún registro fotográfico de mis tareas mañaneras. Trataré de reparar mi fallo mañana.

El día y el sol me encontraron escribiendo, primero lo hice a lápiz, tenía tiempo que mis neuronas no aterrizaban en el grafito, y que el papel no compartía su espacio conmigo.

Sol lavó ayer y había una ropa tendida en una cuerda que veo desde la sala, no tenía tiempo de haberse secado totalmente, pero me dio un olor a tierra mojada, y sí, garuaba un poco, así que fui a recoger la ropa y la puse en otra cuerda donde no pega mucho sol, pero allí no se moja.

Luego hice el desayuno y un poco de café; desperté a Sol y el día se adornó con su cara de niña malcriada, que se mete en la computadora como si fuera a sumergirse en un portal de ciencia ficción.

Pasó luego Yolandita, mi ahijada, con su cuatro al hombro y me enseñó un poco de lo que había aprendido hoy en su clase: El golpe de joropo estribillo, bastante complicado, por cierto.

(Mi ahijada demostrándome lo aprendido en su clase de cuatro)

(Mis instrumentos: cuatro, guitarra y maraca).

Antes de despedirme a la llanera, como dice la canción, les dejo una décima que escribió Homero para Elena.

Como quisiera mi Elena
Pedirle al Dios divino
Que le quité al peregrino
Y a ti la cuarentena.
La vida sería más buena
Visitarían el mar
Buen sitio de retratar
Con un aire suave, puro
Lo que sí es os aseguro
Sería poco el fumar.

#onepercent
#venezuela

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