A María le encanta la televisión; confiesa que devora la programación y lo que más le gusta es la telebasura.
Pasa las horas devorando programas de cotilleo donde los tertulianos se insultan y faltan el respeto mientras hablan de infidelidades e interioridades de la vida de pseudofamosos y frikis de pacotilla. Se conoce la vida y milagros de cada uno de ellos.
Y cuando no hay un programa de prensa del corazón que ver, buenos son los culebrones y las telenovelas, y sin duda los reality, en los que siempre toma partido por el concursante más polémico, aquel que siempre dice las cosas a la cara y nunca va por detrás.
A Francisco también le gusta devorar la televisión, pero sus gustos son distintos. Los deportes son lo suyo, sin importarle de que se trate. Las tardes de diario se apalanca en su sillón favorito con el mando a distancia en una mano y una cerveza en la otra, mientras contempla uno tras otro partidos insulsos de tenis, fútbol sala, voleibol o lo que se tercie; últimamente se ha aficionado al bádminton y al waterpolo, aunque no comprende muy bien sus reglas. El momento estelar llega el fin de semana cuando ponen alguna carrera de motociclismo o de fórmula 1.
Ahora con el mundial de fútbol, Francisco se ha convertido en el hombre más feliz del planeta; le da igual si juega Arabia Saudí, Australia o Camerún, la cuestión es no perderse ningún partido.
Afortunadamente para María y Francisco, en la casa hay dos televisores, así que no discuten ni se pelean por ver sus programas favoritos.
Fotografía obtenida con un smartphone Huawei P9 Lite
Estudios científicos demuestran que la televisión, al igual que las drogas, es altamente adictiva, ya que nuestro cerebro busca de forma compulsiva su consumo a pesar de que no nos aporte nada productivo.
La televisión capta toda nuestra atención y nos relaja y entretiene, pero sin necesidad de hacer nada: no pensamos, no leemos, no razonamos. Nuestro cerebro apenas tiene actividad, simplemente desconectamos de todo, desconectamos de nuestra vida.
La televisión causa dependencia cuando su consumo implica una forma de sentirse bien, de experimentar un placer rápido y momentáneo, pero al mismo tiempo y a la larga, provoca un aislamiento del entorno más próximo y de la sociedad en general.
Fuentes
http://salud.practicopedia.lainformacion.com/psicologia/como-detectar-la-adiccion-a-la-television-22461
https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/4586/por-que-genera-adiccion-la-television
Cierto que el televisor causa aislamiento, pero creo que el teléfono celular le lleva ventaja. Saludos
El mundo del celular da para mucho. Sería objeto de otro post.
Muchas gracias
La tecnología es altamente adictiva, y el buen o mal uso que hagamos de ella, es una responsabilidad personal. Ciertamente, la televisión basura vende mucho y alcanza altos niveles de rating con bajos niveles de producción, por esa razón los teleculebrones, reality shows y demás porquerías son sumamente populares, no solo entre los televidentes hispanohablantes, sino entre muchos países y culturas.
Un abrazo @torkot!
Magnífico reflexión.
Muchas gracias!
Stephen King la llamó en uno de sus libros "la caja parlante", si mal no recuerdo en su libro Mientras Escribo, y decía que es uno de los inventos más nocivos del siglo. Mi opinión no dista mucho de la suya, aunque pienso que aún se pueden ver algunos programas de corte cultural, documentales y novelas traídas a la pantalla chica.
Interesante tema, gracias por compartir, @torkot.
Evidentemente siempre hay programas y canales que se salvan. Todo es cuestión de la utilidad que cada persona le dé.
Muchas gracias!