QUÉ DEBE PODER HACER LA PERSONA QUE CONVULSIONA

• Un niño, una niña o un adolescente que sufre ataques, debe ser tratado como sus hermanos o hermanas u otros niños, niñas o adolescentes de su misma edad. Un adulto o una adulta que sufre ataques debe ser tratado como otras personas adultas, debe poder vivir una vida normal y tú puedes ayudar a que esto suceda.

• Una persona que sufre ataques debe poder hacer las mismas cosas que otras personas de su misma edad. Un bebé que sufre ataques debe ser amamantado y jugar como otros bebés.

• Un niño, una niña o un adolescente que sufre ataques debe jugar, cuidar de sí mismo e ir a la escuela como otros niños, niñas o adolescentes.

• Un adulto o una adulta que sufre ataques debe hacer las cosas de la casa, trabajar y participar en actividades familiares y sociales.

• La persona que capacitas puede no hacer estas cosas. Si es así, consulta a tu supervisor(a) local, quien te dará los cuadernos que puedes usar para capacitar a la persona.

La medicación que requieren algunas personas que sufren de ataques, debe ser otorgada por el Estado; el Comité Comunitario gestionará esto ante los organismos públicos.

Recuerda que el objetivo de toda capacitación es lograr la integración e inclusión de la persona con discapacidad, entendiendo esto como un derecho, por eso es importante que cuando estés capacitando a la persona con discapacidad, ya estés pensando en: ¿cómo va a participar en las actividades educativas; laborales o recreativas?; ¿es la comunidad accesible a la persona?; ¿los espacios permiten el paso y traslado de personas en sillas de ruedas, coche, bastones?; ¿existen señales auditivas o visuales que orienten a las personas?; ¿tiene la persona las ayudas técnicas indicadas para la equiparación de oportunidades?

Para lograr esto debes contar con el Comité de Atención en Salud para las Personas con Discapacidad de tu comunidad.