Adquisición de hábitos y rutinas de autocuidado
Este información está dirigido a los familiares y capacitadores(as) para ayudar al niño, la niña, el adolescente y adulto(a) que presentan algún retardo en el desarrollo de las actividades que son fundamentales para ellos, tales como:
- Alimentación
- Juego
- Autocuidado
La alimentación a través de la leche materna y el juego como una actividad que representa la ocupación fundamental del niño o de la niña por medio de la cual desarrolla habilidades y destrezas propias de cada etapa de su vida infantil.
El niño o la niña con discapacidad podría tener problemas para alimentarse directamente del pecho de la madre, pero la madre debe entender los beneficios que representa este tipo de alimentación. En este cuaderno se dan alternativas para que en lo posible al niño o a la niña le sea suministrada esta leche. Se le brinda a la madre o familiar alternativas que le permitan alimentar adecuadamente al niño o a la niña, y garantizar así un crecimiento sano.
Muchas madres necesitan ayuda para iniciar la lactancia materna. Otra mujer que haya amamantado con éxito o un familiar, un(a) amigo(a) o un miembro de un grupo femenino de apoyo al amamantamiento, puede ayudar a la madre a superar sus dudas y evitar las dificultades.
Los niños o niñas alimentados con leche materna reciben por lo general más atención y estímulos que los que se alimentan con biberones. La atención ayuda a los lactantes a crecer y desarrollarse, y contribuye a que se sientan más seguros.
El mejor alimento para cualquier recién nacido(a) que no pueda recibir la leche de su madre es la leche de otra madre que se encuentre saludable.
En caso de que no haya ninguna posibilidad de obtener leche materna, es preciso alimentar al bebé con un sucedáneo adecuado en una taza. Los lactantes que reciben sucedáneos de leche materna corren un mayor riesgo de mortalidad o de contraer una enfermedad que los niños o niñas amamantados.
Si una madre no puede estar con su hijo o hija durante su horario de trabajo, debe amamantarlo(a) con frecuencia durante el tiempo en que se encuentren juntos. Un amamantamiento frecuente garantiza la producción de leche materna.
Si una mujer no puede amamantar a su hijo o hija en el lugar de trabajo, debe extraer la leche dos o tres veces durante la jornada laboral y guardarla en un recipiente limpio.
Las familias y las comunidades pueden exhortar a las empresas a que ofrezcan a sus trabajadoras licencia de maternidad, guarderías, así como el tiempo y el lugar necesarios para que amamanten a sus hijos o hijas, o extraigan la leche.
El contacto directo con la piel de la madre y el amamantamiento durante la primera hora después del nacimiento ayuda a los recién nacidos a lograr un mejor crecimiento y desarrollo, y a establecer un vínculo con su madre.
Para alcanzar un desarrollo psíquico adecuado, el bebé necesita recibir cariño y atención durante sus primeros años. Sostener y acunar al bebé, y hablar con él, estimula su crecimiento y promueve su desarrollo emocional. Mantenerlo cerca de su madre y amamantarlo cuando lo pida, supone para el recién nacido un sentimiento de seguridad. Amamantar es, para el bebé, una fuente de nutrición y seguridad.