Palabrerías… que no sobren

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Muchas personas suelen explicar o exponer algo repetitivamente, sin guardar un auto orden, digámoslo así, por lo incontenible al hablar una y otra vez de lo mismo.

Cuanto se entabla una conversación hay que mantener un orden sin saltar el tema, prevaleciendo aquello de hablar y saber escuchar.

En compartido conversaciones que no guardan ningún tipo de orden, amén de que la interrupción es el plato más fuerte de esa conversa, son ideas que no llegan ni siquiera a la mitad de lo que se quiere decir, quedando muchas personas en la incógnita del saber la opinión completa.

Pero pasa algo, michos no reclaman el derecho a ser escuchados, así como se suele interrumpir también tenemos que reclamar el derecho a palabra, eso sí, sin obviar a lo que damos inicio, nunca ser repetitivos, concretar la idea y que llegue a las personas.

Una explicación se puede dar de una forma sencilla e inteligente sin necesidad de atosigar a las personas, para no escuchar aquello de otra vez con el mismo tema, hay que escoger palabras constructivas y dar énfasis para no provocar el exceso de palabras.

No abrumar a la persona que está como oyente, tan sencillo como simplificar el habla, y la expresión en sus rostros nos dirá que hemos sido buenos exponentes.

Cuando se quiere guardar el orden a conversar hay personas, incluso, que toman nota sencilla de lo que van a exponer para así mantener el hilo con sencilla palabras escritas.

Cuando la idea es clara y concisa conlleva la claridad manifiesta que ni siquiera dará motivo de interrogación, ya con pocas palabras lo descrito ameniza y muchos serán certeros en los comentarios.
Exigir nuestro derecho a palabra, cuando hay la certeza de que alguien que se dirige a las personas de una manera confusa, para concretar una idea contribuye a la fluidez del diálogo.

Muchas veces enredamos el diálogo sin ningún provecho para asimilar ideas, lo mismo ocurre cuando expresamos sobre la propia idea del interlocutor lo dicho por éste.

El que habla, debe llegar con contundencia de lo que se quiere decir, concretar con muy pocas palabras, y muy importante, sin titubear, hay que ser contundente en lo afirmativo, es una forma segura de ser completamente creíbles.

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