Mi boda.

Fue unos de los mejores días de mi vida y escuchar salir de su boca "Sí, quiero" cambio mi vida.

Fueron meses muy difíciles ya que la preparación fue mucha, el nivel de stress fue muy alto y las adversidades muchas pero la sensación de que hiciste un buen trabajo te hace sonreír al final de la jornada.

Recuerdo que cuando llegue al lugar quede muy sorprendido al ver lo espectacular que estaba todo, la decoración era fantástica, ni en mis mejores sueños había imaginado algo así. No pude evitar llorar de alegría al mirar a mi alrededor y ver a mis familiares verme llegar y ver su rostro de satisfacción.

Era momento de esperar a la novia, los minutos pasaron y mis nervios eran cada vez mayores, hasta que por fin alguien grito "llego la novia".

Mientras la esperaba en el altar me sudaban las manos, cuando entro al salón y al verla caminar hacia mi, sentí como el tiempo se hizo lento, mientras caminaba hacia mi no dejábamos de mirarnos a los ojos, estaba al igual que yo convencida de lo que íbamos hacer.

Entonces, escuchar de su boca "Sí, acepto" cambio mis días.

Después quedaba recibir las felicitaciones, compartir con familiares y amigos, hacernos fotos, bailar, comer y beber. Fue una noche muy divertida.

Después de un día muy largo, quedo el viaje, fuimos al un hotel a pasar nuestra luna de miel.

Cada persona es un mundo pero que en estos tiempos hayan tantas personas que desprecian el matrimonio me sorprende mucho, para mi es grandioso poder compartir y vivir con la persona que amas. Hacer un pacto con Dios.

Gracias por leer, espero les haya gustado.