Lo que aprendí del año 2018
Lo “típico” o lo que la mayoría de la gente hace es escribir una lista de metas que desea cumplir para el año siguiente. Antes yo también lo hacía, pero con el tiempo me he dado cuenta de que lo más importante es sentarte a reflexionar y analizar todo lo que hiciste en el año, tanto bueno como malo.
Este 2018 me dio muchas cosas. A pesar de que también me quitó, me sentí feliz. Lo que se fue ya no servía en mi vida, lo que es igual a que ha sido el año en el que más he aprendido y crecido como persona.
Aquí les voy a enumerar todo lo que me dejó este año, no a modo de lista, pues las enseñanzas de la vida no tienen orden. Mientras las voy recordando se las iré contando, aquí vamos:
1-. Crecimiento interno, crecimiento espiritual
Los años anteriores a éste he pasado por muchas cosas duras. En un momento fue demasiado y ya no tenía idea de qué hacer. Estaba llena hasta el tope de negatividad, había perdido la fe en mí misma, me centraba más en el exterior y me sentía asfixiada. Este año me dio un giro increíble de 360°. Todas las boberías que pensaba se disiparon y crecí internamente como nunca lo había hecho. Sentí que volví a nacer y comencé a ser más yo misma, recuperé la esencia que había perdido y fui aún más consciente de todos mis defectos y errores.
Es como si una fuerza que no conocía hasta el momento se hubiese manifestado de repente para decirme: espera un momento, ¿qué crees que estás haciendo? Observa tu interior, de esa forma podrás avanzar. El cambio debe ser interno.
2-. ¡SOLTEMOS!
A todos nos cuesta un mundo soltar. Y no solo cosas, sino personas y situaciones. Yo era la primera que solía guardar mucho resentimiento y en un punto hasta llegué a almacenar tanto rencor que vivía envenenada. Hay hechos que no podemos cambiar aunque quisiéramos. No podemos controlar lo que otros nos hacen. Hay personas que nos lastiman muchísimo, pero eso va más allá de nosotros mismos. Lo que sí podemos controlar y cambiar es nuestra actitud. El cómo reaccionamos ante esas agresiones de los demás y situaciones negativas. La mejor decisión será aprender de eso que nos pasó, perdonar y seguir adelante. ¡Suelta!
3-. No te desesperes
Yo siempre he sido una persona súper ansiosa e impaciente. Desde bebé, literalmente. Una de las cosas que me enseñó este año es a practicar la paciencia, ser menos acelerada y pensar más antes de actuar. Aprendí que hay que dejar fluir la energía, que todo llega cuando debe llegar, en el momento indicado en el que realmente estamos preparados para eso que tanto deseábamos. No te desesperes, todo en la vida tiene solución, hasta la situación más penosa la tiene.
4-. Cree en ti mismo
Esto es algo que siempre me repetía año tras año sin lograr absolutamente nada. Hoy es otra historia porque entendí de qué soy capaz, qué puedo hacer y de qué estoy hecha. No es nada fácil conocerse y creer en uno mismo porque la tendencia natural del ser humano es ver siempre hacia afuera y no hacia adentro. Porque permitimos que todo nos afecte y nos controle. Por eso a este año lo bauticé como el “año de la introspección”, me concentré en mí misma y miré profundamente mi interior. Sané muchas heridas y entendí que las apariencias y los estereotipos no existen, solo persisten porque el ser humano los creó y les da un sentido. Son una invención nuestra. Lo que realmente importa es lo que perdura y lo que va más allá de nuestros ojos.
5-. Nunca estás perdido aunque lo estés
Todos nos hemos sentido perdidos y es una sensación bastante frustrante. No sabes hacia dónde vas, ni qué tienes que hacer, solo sabes que no encuentras tu camino. Pero en realidad, mientras más perdido estés, más cerca estás de encontrarte. Sé que suena contradictorio, pero es así. Este año lo comencé completamente perdida y en piloto automático, todos los días pensaba ¿pero qué debo hacer? Y muchas dudas sobre el futuro me atormentaban sin parar.
En ese punto comenzaron a llegar señales y mensajes repetitivos sobre “crecimiento interno, esperanza, fe, calma, enfócate en el presente, abre tu tercer ojo”. Era como un bombardeo. Veía por todas partes cosas relacionadas a estos temas y si trataba de ignorarlos volvían a mí a través de otras personas o medios, era increíble. Hasta que por fin acepté el mensaje y de esa manera encontré mi camino. Me encontré de nuevo.
6-. No pelees por cosas sin importancia
Muchas veces peleamos batallas inútiles por concentrarnos en tener la razón. Puede que sí la tengamos en algunos casos, ¿pero la otra persona lo va a entender de verdad? ¿Lo va a reconocer? ¿Qué tan importante es para ti que lo reconozca? Tener la razón no siempre es la solución. Tratar de que la otra persona entienda y se ponga en tu lugar es imposible si no lo sabe hacer. ¿Entonces de qué sirve pelear por eso? La vida pone a cada quien en su lugar tarde o temprano. La vida te enseña qué tan acertado o equivocado estuviste a su debido momento.
7-. Menos es más
Lo importante no es tener a un montón de gente a tu alrededor, podrás estar rodeado de un grupo enorme, ¿pero esas personas son valiosas en tu vida? ¿Cuántas de ellas se quedan también en los malos ratos? Lo que importa al final es la calidad, no la cantidad. Con los años yo me he quedado con menos personas, muchas han salido de mi vida solas, otras las he tenido que botar yo porque no aportaban nada positivo. En un momento me sentí horrible y pensé que me estaba quedando sola. Pero cuando entiendes la importancia de rodearte solo de personas a las que sí les importas y desean el bien para ti, la cantidad deja de ser un problema. Y también aprendes a valorar más a esas personas. Menos, definitivamente, es más. ¡Abre tu mente!
8-. Por último y no menos importante: de nada te sirve escribir una lista de metas para el año próximo, (así sea que lo hagas con marcador permanente, te lo tatúes en la frente, lo escribas en la agenda bellísima que siempre te compras todos los años, lo grites a los cuatro vientos, hagas visualización positiva, etc.,), si el cambio no viene desde adentro, continúas con los mismos malos hábitos de siempre y una actitud equivocada.
Éste fue mi aprendizaje del 2018, espero que muchos se hayan sentido identificados. Les deseo todo el éxito para el 2019, les mando muchos abrazos de feliz año y toda la energía positiva para que logren todo lo que se propongan y aprendan mucho. Más que cumplir una lista de objetivos es importante enfocarse en lo que realmente necesitamos y vamos a hacer.
