(III) Destruyendo el mundo tu solo: El triángulo de la existencia

En el articulo anterior nos quedó pendiente hablar del 3er punto de la decadencia.

El reparto de la riqueza

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Pero como se trata de la piedra clave en la que se sostiene este mundo, será también el objetivo al que atacaremos cuando empecemos la destrucción. Por esa razón es muy importante que entendamos bien y desde la base, esta parte esencial de la economía. Quizás os parezca que no vamos ha hablar de ello, además el título despista. Pero a medida que avancemos veréis que ese es el punto principal, veréis hasta donde llega su importancia y veréis también como nos han programado para que no seamos conscientes de ello.

vamos a empezar por definir lo que es un país en base a sus elementos esenciales sin los cuales no existiría. Conocer exactamente que elementos son imprescindibles para que un país pueda existir es de vital importancia, pues sabiendo que esos elementos son la base de la existencia, sabremos que esos mismos elementos deberán ser "sagrados" y por consiguiente cualquier atentado contra uno o varios de ellos debiera merecer la máxima condena social, política y penal.

¿Que es un país? La definición seguro que se puede buscar en diccionarios, enciclopedias, textos legales, Wikipedia y muchos más sitios. Pero a nosotros nos interesa, de cara a ir creando en nuestra mente lo que significa ser un país , conocer los elementos básicos sin los cuales no puede existir un país.

Por el titulo del articulo ya podemos intuir que el número de elementos será tres. El primero de ellos resulta igualmente intuitivo. ¿que es lo que se nos viene a la mente cuando pensamos en países?

El segundo elemento lo compone el factor humano. Este factor humano consiste en un grupo significativo de población que por sus afinidades culturales deciden, libremente, formar un ente único e independiente. Pero ¿podría el factor humano por si solo crear un país? Rotundamente no. Existen muchos ejemplos de poblaciones unidas culturalmente que no forman un País. Es mas, para formar un País la población a de residir y tener posesión de un territorio. Ejemplos de poblaciones que no cumplen esto serían los Gitanos o los Judíos antes de la creación del estado de Israel.

Pero vayamos al tercer elemento, el que realmente crea la diferencia y del que no solo han hecho que nos olvidemos, sino que nos han hecho odiarlo, repudiarlo e ignorarlo. Imaginemos que una comunidad que ocupa un territorio se quiere convertir en país. Normalmente declara su independencia, crea una norma básica de gobierno (Constitución) y elige unos gobernantes. Parece que con esto ya existe el país, y formalmente así es, pero sería un país inviable sin el tercer elemento. Quizás al pensar en el tercer elemento algunos creyeron que se trataba de la constitución, la mayoría debió pensar que se trataba del gobierno. Pudieran haber distintas respuestas como, un cuerpo jurídico, o de defensa, o de seguridad, de salud, una economía, infraestructuras ... Pues la verdad, es que todos ellos son vitales para el buen funcionamiento del país pero ninguno existiría sin antes tener el tercer elemento existencial de todo país. Y para saber cual es el tercer elemento solo tenemos que hacernos la siguiente pregunta.

¿Existiría un mandatario, juez, doctor, militar, maestro, economista, funcionario, etc, que estuviera dispuesto a trabajar para la sociedad sin cobrar? Evidentemente no.

Y para cobrar hace falta ese tercer elemento para el cual los países utilizan distintos nombres: Hacienda pública, reserva federal, tesoro nacional, etc. y que se crean mediante el pago de impuestos. Concluyendo, sin un cuerpo administrativo encargado del cobro, gestión e inspección de los impuestos no podría existir ningún país. Sin la gestión de los impuestos que se recaudan en un territorio no puede existir una autentica independencia y por ende, tampoco un país libre.

Desconocer lo vital de estos tres elementos socava los fundamentos de la democracia. Primero hagamos la siguiente reflexión. Si los 3 elementos son vitales para la existencia de nuestro país, deberíamos de hacer el mismo esfuerzo en defender cada uno de los 3; y del mismo modo ser igual de severos con aquellos que atentaran contra cualquiera de los tres. La reflexión parece lógica, pero en realidad vemos que esto no se cumple.

Sobre el territorio, el celo es máximo, nos inculcan que debemos cuidarlo hasta el punto de dejar nuestra vida por defenderlo. Sobre la población también es alto el cuidado, aunque no tanto, es mas, esa responsabilidad se la quitan al ciudadano para que la asuma el cuerpo de policía y jurista. Cosa que a mi no me parece mal. Pero por último, con el cuidado de los impuestos la situación es mas relativa. Se vigila mucho que la población que trabaja por un salario (la mayoría de los ciudadanos) cumpla con la integridad de sus obligaciones y si se le encuentra en una omisión , aunque sea por error, el castigo podría considerarse como brutal teniendo en cuenta las cuantías normales del delito. En cambio a los grandes empresarios, financieros y altos cargos administrativos o se les ofrecen formas de pagar menos o simplemente no se emplean demasiados recursos en la inspección de sus cuentas. Del mismo modo, si se descubren echos delictivos contra la hacienda publica generados por políticos o elementos del poder (que por lo general lo descubren los periodistas y no los funcionarios de la inspección de hacienda) enseguida aparecen acuerdos con la justicia, defectos de forma y aplazamientos por las razones mas pintorescas, que hacen que finalmente las penas resulten auténticos insultos a la gran mayoría de los ciudadanos. Quizás por la mala conciencia del poder o por miedo a que se les acabe juzgando con mas severidad, han conseguido instalar en la cultura popular que el defraudar a hacienda es un acto de viveza.

La autentica realidad es que en los países donde mas laxa es la ley con los delitos contra la hacienda pública, las diferencias sociales son mayores y la renta per capita es menor. Esto es debido a que el primer y principal sistema de reparto de riqueza son los impuestos.
La conclusión es que en primer lugar hemos de ser conscientes que el orgullo de ser de un país no se demuestra apoyando a la selección de fútbol sino comprometiéndose de forma individual con las normas que nos hemos dado. En segundo lugar ser conscientes que cumplir con las normas nos da derecho a ser exigentes con el cumplimiento de los demás y que lo contrario siempre va en detrimento de la mayoría de la población. En tercer y último lugar debemos exigir que los grandes delincuentes fiscales sean tratados como los grandes asesinos, pues los dos han atentado contra esencia y la existencia de nuestro país.

EPILOGO: Cada país tiene el gobierno que se merece. Si votas a candidatos corruptos o que pertenecen a clanes corruptos, no puedes esperar nada mas que corrupción. Vende tu voto y habrás vendido tu libertad y el futuro de tus hijos.

Nuestro objetivo ha de ser tan radical como este:

Mona Sahlin, viceprimera ministra sueca tuvo que dimitir por el escándalo social que se originó cuando se supo que con dinero público se compró un par de chocolatinas.

Imagenes:
1.-https://www.importancia.org/mapa-mundi.php
2.-http://ajuntament.barcelona.cat/dretssocials/es/
3.-http://www.taringa.net/posts/info/18585367/Los-Jueces-de-Uruguay-junto-con-la-delicuencia.html
4.-http://joseantoniobru.blogspot.com.co/2015/04/la-tercera-internacional-el-frente.html
5.-https://es.pinterest.com/pin/486740672208510690/