Las cúspides inalcanzables [Reflexión]

Hace un tiempo, el cual se escapa de mi memoria el período que ha transcurrido desde ese día, alguien me preguntó: ¿Cómo podemos hacer para alcanzar los ápices de la tranquilidad? He de confesar que ante esta premisa no supe que contestar.

Hoy en día puedo dar una respuesta quizás no concisa, pero al menos podré acercarme a lo que deseo definir sobre lo que quiero transmitir en respuesta a esta premisa.

Primero debemos definir sobre ¿qué es la tranquilidad? Y dar una espacio aclaratorio sobre lo que nosotros, como seres pensantes llenos de raciocinio, deberíamos hacer.

La serenidad, es un estado inerte donde todos nuestros sentidos se encuentran en paz. Cuando se alcanza una tranquilidad plena, estos sentidos, que son ambivalentes con otros a los que llamamos; "contrasentidos trabajan en conjunto para la plenitud.

El fluido de las cosas que recibimos y emitimos de manera intangible, apuntan hacia un sólo punto que queremos lograr, algo que toma todo nuestro enfoque para llevarlo a nuestras manos.

Imagínate que estás escalando una montaña, ¿Y por qué lo haces? Porque quieres hallar en la cima algo que sabes que está allí, que quieres obtener porque crees que es lo te convertirá un ser completo, y es así como nosotros, estamos buscando algo que comúnmente se llama Felicidad.

Ese factor que todos nosotros queremos, sólo lo podemos obtener con esfuerzo tanto físico y mental, sin tomar en cuenta de que esa felicidad, puede cambiar en cualquier, y ya no será lo que era desde un principio.

Así que TEN CUIDADO, no te decepciones porque eso puede producirte un malestar grave. No tires por la borda todo el esfuerzo que realizaste para alcanzar la cúspide por primera vez. Muchos no lo logran y por eso dicen que son inalcanzables, pero tú, si lo has logrado, eres un ser humano mucho más que valioso.

Ilustración