A veces nosotros no comprendemos las capacidades ilimitadas que poseemos y pensamos que ya todo está dado por hecho, que con solo un movimiento causal, el destino hará el resto por nosotros.

NUNCA DEJAREMOS DE ESTAR ERRADOS, pero es lo común porque somos seres humanos. Las criaturas sin raciocinio tampoco están del todo correctas, sin embargo, ellas creen que sí.

Supongamos que estamos ante una situación de necesidad, causada por nuestra ansia de comer. Tenemos un escenario donde hay comida en ambos lados, pero no sabemos cuál lado elegir. ¡Quedamos atrapados en la elección! Exactamente, sabemos en qué situación estamos pero no buscamos solución a ello.

Es por esto que, ESTAMOS LIMITADOS, porque dicha elección es más simple de lo que pensamos. Esta teoría de Aristóteles, filósofo griego de la antigüedad, nos demuestra que es muy difícil para nosotros tomar decisiones en situaciones de presión.

Hasta la cosa más simple se convierte en un desafío, y somos presa fácil de un obstáculo perpetuo: "Somos seres débiles aunque seamos diferentes del resto de los animales."

No somos superiores hasta que encontremos esas limitaciones y las sobrepasemos, convirtiéndonos en seres hiperbóreos, mejores que el propio ser humano.

No hay que preocuparse por ello, seguimos siendo vastos y estamos aún aprendiendo.

Eres el ejecutor de todas las cosas necesarias e innecesarias que se topan contigo o vienen de tu interior, y debes ser tú, quien coloque los límites.

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