Creo que hoy en día todo el mundo sabe quien era Albert Einstein. Da igual la edad que tengas, a qué te dediques o donde vivas, seguro que sabes quien era. Puede que no sepas exactamente lo que hizo o que tengas vagas ideas de lo que hacía o a lo que se dedicaba, pero no te cabrá la menor duda de que fue alguien muy importante para la humanidad gracias a sus aportaciones a la ciencia.

Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez por qué esa persona fue tan importante? Si le preguntas a la gente la mayoría te dirán que fue la persona más lista de la historia, que nunca hubo nadie tan inteligente y brillante como él. La historia está llena de mujeres y hombres que han contribuido a cambiar el mundo. Galileo Galilei, Marie Curie, Isaac Newton, Rosalind Franklin, Nikola Tesla, etc. Sin embargo casi todo el mundo estará de acuerdo en poner a Albert Einstein en uno de los puestos más altos. Pero ¿por qué? ¿Qué hizo que fuera tan excepcional?

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En este artículo voy a tratar de explicarlo.

En la historia moderna los grandes descubrimientos o las teorías más importantes que han encontrado su demostración en el mundo real han sido fruto de mucho trabajo. Normalmente trabajo llevado a cabo por de grupos de investigación, dirigidos por el científico que luego da nombre a su descubrimiento. Estos proyectos que se desarrollan a lo largo de muchos años suelen ser subvencionados por universidades o incluso empresas privadas que invierten en brillantes científicos y sus alocadas ideas. Estos grupos de trabajo disponen de laboratorios en los que realizar sus experimentos, experimentos que son imprescindibles para probar sus teorías. Una teoría que no puede demostrarse no vale de nada. Sólo sirve como una idea sobre la que trabajar para luego conseguir demostrar que es cierta. De modo que es el trabajo en el laboratorio y en equipo la parte más importante para dar validez a una idea. Bien es cierto que ha habido mucha gente que ha trabajado sola y que han conseguido dar a luz brillantes ideas, no sin antes haber pasado años y años trabajando duro y realizando infinidad de experimentos.

Cuando Einstein se graduó como profesor de matemáticas y de física trató de encontrar trabajo como profesor en la universidad, pero su currículum era tan mediocre que nadie le quería contratar. Así que poco más tarde encontró trabajo en la oficina de patentes, nada relacionado con la ciencia. Allí se dedicaba a revisar todas las solicitudes de patente que los inventores de la época enviaban. Y aquí es cuando uno empieza a descubrir la genialidad de una persona tan poco corriente. Einstein, mientras trabajaba en su oficina y miraba por la ventana que daba al patio, imaginaba cómo sus nuevas ideas iban tomando forma en su cabeza. Realizaba los experimentos que otros llevaban a cabo de sus sofisticados laboratorios en su mente, sentado en su escritorio con una pared y una ventana como aparatos de laboratorio. Sin valerse de precisos aparatos de medición ni nada que se le pareciera, utilizaba únicamente de su imaginación para llevar a cabo todos los experimentos necesarios para poder explicar las ideas que le iban llegando.

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Cuando me refiero a las ideas que le iban llegando no quiero decir otra cosa. Él, aseguraba que todo el entendimiento del universo le llegó de golpe, como una visión. Dice que de repente vió y entendió cómo era y cómo funcionaba el universo. Entendió cómo funcionaba el cosmos y lo que era en realidad un mundo que aún estaba por descubrir. Muchos dicen que Einstein estaba conectado a la fuente. Cuando le llegó ese entendimiento tuvo la necesidad de explicarlo desde su mente científica. Dicen que en la historia han habido más personas conectadas a esa fuente de conocimiento, pero normalmente eran personas dedicadas a la filosofía o la meditación, de manera que su manera de dar a conocer esos entendimientos era desde un punto de vista filosófico o espiritual, no científico.

Einstein no podía dejarlo dentro de su cabeza, necesitaba darle forma, analizarlo y poder explicarlo al resto del mundo con fórmulas matemáticas y teorías que pudieran ser demostradas. Estaba seguro de que podría hacerlo valiéndose de la ciencia, pero no disponía de los recursos necesarios para hacerlo. A pesar de sus interminables intentos de encontrar trabajo en la universidad, no conseguía que le contratasen, por lo que se vió obligado a seguir utilizando aquello de lo que nadie podía privarle, su mente.

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Así que solo y sin ayuda formuló lo que hoy conocemos como la teoría de la relatividad especial, en la que explicaba cómo era el universo, cómo se comportaba y lo que ello suponía en cuanto al espacio y al tiempo se referían. Tanto el tiempo como el espacio eran relativos. Esto le llevó muchos quebraderos de cabeza ya que la teoría de Newton decía que la fuerza de la gravedad actuaba de forma instantánea, lo cual entraba en contradicción con su teoría de la relatividad especial ya que nada puede viajar más rápido que la luz. En la época en la que Einstein iba a la universidad (escuela politécnica federal de Suiza) Isaac Newton era dios. Las leyes sobre la gravitación universal que postuló más de doscientos años atrás eran la base del universo en el que Einstein vivía. Para solucionar este dilema vuelve, una vez más, a realizar un experimento mental. El famoso experimento de un hombre metido en una caja en mitad del espacio. Pero no me voy a detener en estos detalles porque sino no acabaríamos nunca. Si queréis puedo preparar artículos al respecto en el futuro.

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Cuando publicó su artículo sobre la teoría de la relatividad especial los científicos de la época no le hicieron mucho caso. Era un desconocido trabajando solo, ofreciendo explicaciones muy alocadas que, además, contradecían lo que Newton decía. Así que su éxito y el ser reconocido no vino de golpe, sino que fue muy poco a poco y necesitó de muchos años y mucha insistencia para que se fijaran en él y finalmente le diesen trabajo como científico. Cuando le contrataron en la universidad siguió trabajando sólo, encerrado en su despacho y viviendo entre sus ideas, trabajando duro y sin descanso hasta que por fin dio con la solución. Lo que le llevó a formular su teoría de la relatividad general.

Así, pone a prueba sus ecuaciones ante un problema que Newton no había podido resolver. Mercurio, el planeta más cercano al sol tiene una órbita que presenta unas desviaciones que Newton no pudo explicar. Einstein utiliza sus fórmulas para explicar esta anomalía y el resultado es correcto. Para mí esta es una de las pruebas de la enorme genialidad de Einstein. Valiéndose únicamente de su mente, consigue explicar el universo de forma empírica. Las ideas que surgen producto de sus experimentos mentales son comprobables en el mundo real con mediciones científicas.¿Os dáis cuenta de lo que eso significa? Es por eso, y otras muchas cosas, que ese hombre era alguien especial, alguien fuera de lo normal.

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Pero su teoría explicaba cosas aparentemente muy extrañas, como que la luz se curva cuando pasa cerca de un cuerpo con mucha masa, como por ejemplo una estrella. Estas ideas eran tremendamente peregrinas en aquellos tiempos y aún así, no cejó en su empeño por demostrar que tenía razón. ¿Cómo podía estar tan seguro de que tenía razón si no había manera de demostrar algo así?

Se le ocurrió que durante un eclipse de sol total, al ver la luz del sol oculta tras la luna, las estrellas que había detrás del sol deberían de variar su posición respecto a cuando el sol no está delante de ellas. No voy a explicar aquí la enorme odisea que tuvo que sufrir para poder realizar este experimento. Numerosas expediciones científicas a través de los años y los continentes en busca de eclipses solares totales fracasaron debido a diferentes problemas como la primera guerra mundial, material defectuoso o que en el momento preciso del eclipse estuviera nublado. Pero finalmente, tras años de espera, varios científicos pudieron comprobar que lo que las ecuaciones de Einstein predecían era cierto y se podía comprobar observando el universo. Einstein consiguió crear una fórmula matemática de la que se deriva toda la comprensión del universo a gran escala. Un logro que permanecerá reluciente durante toda la historia futura de la humanidad.

Aprovecho el post para expresar aquí la admiración que un genio así me produce. Creo que son pocas las ocasiones en las que podemos encontrarnos con personas tan extraordinarias, capaces de explicarnos los misterios de la naturaleza de forma tan brillante.