¿Tienes un Bajón Emocional? Aquí está la SOLUCIÓN

Imagina que tienes el peor día de tu vida. De esos que todo sale mal. Quejas de los clientes, peleas con el jefe, se ponchó un neumático cuando ibas retrasado para una junta de negocios, y como si fuera poco, la negociación se cayó por haber llegado tarde.

Ya me entiendes, a todos nos pasa. Hay días que es preferible no haber salido de la cama. Tenemos días malos, y días buenos. Así funciona.

Estar consciente de eso es clave para un emprendedor. Las situaciones que suceden las tomaremos dependiendo del estado de ánimo que tengamos. Si estamos de malas, es como tener un dedo herido, al menor tropiezo, lo sentimos como una agresión, y estallaremos, nos quejaremos, darán ganas de reaccionar con violencia; y eso por un pequeño roce que accidentalmente lo hizo un inocente al pasar por nuestro lado.

A veces, tenemos un estado de ánimo herido. Está sensible y no se interpreta bien lo que sucede.

Un percance, se ve como un problema, “lo que me faltaba”, exclaman algunos.

En esos casos, lo mejor es ayudar a que la mente recupere su buen estado de ánimo.

Imagina el caso del cual comencé el post, ese día infernal que todo salió mal. Anthony Robbins dice que la reacción que se tendría si al llegar a su casa se encuentra con que su esposa chocó el carro, será la gota que derraba el vaso. La reacción será desproporcionada, peleará, gritará, puede que la ira se apodere de él.

Diferente sería, si justo antes de entrar a su casa, se da cuenta que ganó el premio gordo de la lotería. En ese momento, cuando todavía está lloviendo, entra a su casa y recibe la noticia de que el automóvil tuvo un accidente.

“Qué importa, mi amor”, le dice a su esposa mientras la besa y abraza, “igual, es solo un carro viejo”.

Es la misma situación y dos reacciones opuestas. La diferencia fue el estado de ánimo que tenía al enfrentar el problema.

Seremos la solución del problema o parte de él, según cómo nos sintamos.

Si tenemos un bajón emocional, vamos a reconocerlo, y estar conscientes de que pasará. Las emociones que merman el ánimo son pasajeras.

Reservamos los momentos de baja energía emocional para recuperarnos, para hacer tareas menos importantes.

Cuando nos sintamos inspirados, llenos de buena vibra emocional, hay que aprovecharla para enfrentar los retos. Allí es cuando el rechazo de un cliente no afecta, cuando tendremos calma al enfrentar a una persona que desea discutir.

Sí podemos salir adrede de un bajón emocional. Para ello, fingiremos que nos sentimos estupendamente.

La postura corporal es la clave. Pararse con postura de superhéroe, mirada altiva, gestos enérgicos, sonrisa plena (aun cuando se tenga ganas de llorar), caminar con pasos firmes. Modificar a propósito la fisiología, va a engañar a la mente, y a esta no le gustan los desequilibrios.

Mejor aún si lo acompañas con frases positivas, con firmeza y poder. Es la manera de obligar al pensamiento a enfocarse en buscar la vitalidad que quieres.

Puede que ataque una sensación de ridiculez por fingir, cuando la depresión se ha apoderado del ánimo, intente evitar que hagas el proceso de desintoxicación emocional.

Pero cuando uno se pone a limpiar es si hay sucio. Si estás en un bajón emocional, es hora de limpiar.

Lo que quiero decir, es que cuando la mente se percate de que el cuerpo está actuando con optimismo, encuentra contradictorio que esté pasando por una depresión. Tranquilo, el subconsciente va a corregir eso de inmediato.

Haz la prueba, y le podrás decir adiós a la depresión y esos desagradables bajones emocionales.

Me contenta que hayas llegado hasta aquí.

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Nos vemos en el próximo Post .

Thomas Flores

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