La sentencia...

Saludos amigos. La depresión no nos deja ver lo importante y hermoso que es la vida. Lo difícil es detectarla a tiempo, por eso nuestro entorno solo nos salvaran de ella si lo permitimos, de lo contrario produce efectos nefastos en el ser. A continuación el texto para su consideración y comentarios.

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25 de octubre del 2019. Así comienza la misiva que tengo en mis manos. A medida que la voy leyendo, solo recuerdo aquella nefasta decisión: como olvidarla. Pronunciada por el jurado mayor. Considerando los múltiples argumentos por el asesinato de dos jóvenes, el cual me involucraron injustamente.

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Designé a los mejores abogados para demostrar mi inocencia. La deliberación después del juicio tardó un par de semanas. Sin embargo, el fallo fue: culpable. Su sentencia, pena capital, propiciada por medio de inyección letal.

Entre apelaciones y exposiciones de motivos, el tiempo había trascurrido para retrasar su ejecución.

Por mi preparación fui asignado tutor de leyes en la penitenciaría del Estado. Al principio dudaron de la capacidad y dote de profesor, pero el tiempo fue demostrando el cúmulo de conocimiento al respecto. Las leyes son las leyes, en mi caso, deben ejecutar la decisión a la hora fijada.

En estos largos años mi familia, ha compartido momentos duros y alegres, relacionados con mi entorno.

Hoy, no dará tiempo de avisarles, peor aun verlos.

Unas horas faltan para ser llevado a la sala de ejecución. El sacerdote, el procurador y los testigos debieron ser, oportunamente notificados.

Cuanto dolor llevo por dentro, sobre todo, por la imposibilidad de despedirme de la familia. Sufrirá más, es Samuel, el menor de los hijos. Siempre le prometí que estaría con él por mucho tiempo.

He faltado a la palabra. Mi esposa me ha apoyado fielmente creyendo en mi inocencia desde el principio.

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La llegada de la misiva, aunado a la depresión que esta implica. He tomado la drástica determinación de rasgar parte del pantalón, en trozos gruesos, capaz de soportar mi peso. Moriré por mi causa no las de ellos.

Es el momento oportuno ya que el custodio se prepara para el cambio de guardia. Entrelazo la soga recién preparada, la acomodo sobre mi garganta y me dejo caer, la asfixia en muda la mente, el aire se aparta del cuerpo. Los ojos enrojecen, la lengua no es capaz de sostenerse. El cuerpo tiembla…

Misiva

25 de octubre del 2019.

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 38-1 del Código Penal, corresponde a este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Penal, declarar la procedencia o no de la solicitud de EX - CARCELACION del ciudadano R.T.S., titular de la identidad Nº 4.587.486, planteada por el Juzgado del Penal del Estado Mayor, a cargo de la ciudadana Juez LUCRECIA APONTE, el 5 de abril de 2010.

En fecha 19 de junio de 2008 se recibió el expediente. En la misma fecha se dio cuenta en Sala, designándose como ponente a la M.A.M.D.V.J, quien con tal carácter suscribe la presente decisión.

DECISIÓN

Por las razones expuestas, el Tribunal de Justicia, en Sala Penal, administrando por el Estado Mayor de esta República y por autoridad de la ley, declara procedente solicitud de EX - CARCELACIÓN del ciudadano R.T.S., de esta nacionalidad y portador de la identidad 4.587.486, contra quien el Fiscal del Público a Nivel Nacional con Competencia Plena, presentó formal acusación, por la presunta comisión del delito de ASESINATO en primer grado, tipificado en el artículo 38-1 de la Ley Penal, cometido en perjuicio de los jóvenes Hernández Larrazábal. En vista, que la pruebas de ADN no fueron concluyente para certificar la culpabilidad del indiciado. Se considera INOCENTE hasta tanto se demuestre lo contrario. Se ordena remitir copia certificada de la decisión y de las actuaciones que conforman el expediente al Poder Mayor, órgano del ciudadano de Justicia.

P., regístrese y ofíciese lo conducente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal, en Sala Penal, en Sherman, a los SEIS días del mes de AGOSTO de 2019. Años 200 de la Independencia y 151° de la Federación.

Presidente.

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Gracias por leer. Hasta la próxima.

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