Saludos amigos. Muy agradecido por la propuesta de @rahesi en sus concurso de #fotocuento, sin embrago, por extemporáneo no pude participar en esta última invitación, pero, la foto que es de su propiedad, genera realmente esa inspiración para escribir. A continuación, el texto para su consideración y comentarios.
Foto propiedad de @rahesi
Llegó a la familia cuando apenas cumplió cuatros meses. Recuerdo cuando lo llevé por primera vez a casa.
Deseaba imaginar la reacción de mis hijas al tenerlo entre nosotros.
En esa oportunidad lo llevaba entre mis brazos, mientras él solo dormía. Era tranquilo, sus ojos aún cerrados, de vez en cuando se estiraba y abría la boca para tomar más aire del necesario.
A pesar de todo era una hermosura. Las niñas se enamorarán rápidamente y lo quedrían.
Su alimentación inicial tenía que ser especial, por ello cada uno en la casa nos turnábamos para darle su leche con el biberón.
Pasó el tiempo. Creció, forjó un lazo especial, como un miembro más de la familia.
Cariñosamente le decíamos Pacho.
Pacho era obediente, ágil, tan ágil que, se la pasaba casi todo el día corriendo.
Recuerdo cuando comencé a enseñarle a hacer sus necesidades, costo algo, con tiempo y dedicación lo aprendió.
Ya adulto. Para nosotros se hizo agotador, seguirle el ritmo era difícil, insaciable su comportamiento, sin embargo, lo acompañamos a todo momento.
Una noche decidí buscarlo, entre al cuarto de las niñas y cuál fue la sorpresa, verlos a todos amontonados, apilados sin saber quién era quien, yacían dormidos profundamente. Fue cautivador aquel cuadro lleno de ternura. Terminé apagando la luz.
Hoy lloro junto a los míos, caminando por el vecindario y en cada poste colocando la foto de Pacho. Salió un día y nunca regresó.
Desde entonces nuestro hogar no es el mismo.
Se busca.
Llorar es poco. Las lágrimas son limpiadas con su gran lengua. Pude despertar. Me miraba. Pacho me halaba para que lo sacara hacer sus necesidades.
Nadie se imagina el porqué de mi sonrisa, corro como loco por el patio, acompañado con mi querido Pacho…
Gracias por leer. Hasta la próxima.
